Nació en San Salvador, el 31 de diciembre de 1771, como descendiente de la unión ilegítima de la salvadoreña Josefa Rodríguez y el panameño Pedro Delgado.
Luchador por la libertad patria en el movimiento del 5 de noviembre de 1811, al lado de Arce y los sacerdotes Delgado y Aguilar, el fracaso de esta intentona no lo desmotivó en sus empeños libertarios.
Electo alcalde primero de San Salvador, jefatura que detentó en compañía de Pedro Pablo Castillo, ambos dieron notable impulso a un nuevo intento insurreccional el 24 de enero de 1814. Controlado el movimiento por las autoridades españolas, sus cabecillas tuvieron que fugarse -como fue el caso de Castillo- o ser reducidos a prisión tras los juicios respectivos.
Seis años permaneció Rodríguez en la cárcel, pero su salida casi coincidió con la firma del Acta de Independencia en Guatemala, por lo que su nombre figuró como vocal de la Diputación Provincial que se instaló en San Salvador, a partir de noviembre de 1821. Sin embargo, la anexión de Centro América al imperio mexicano del brigadier Agustín de Iturbide impidió el funcionamiento pleno de esa asamblea regional.
Ante la anexión forzosa, Rodríguez, Arce, Rafael Castillo, Cayetano Bedoya y otros marcharon hacia Filadelfia y Washington D. C., a fin de solicitar la inclusión de la antigua intendencia de San Salvador en los Estados Unidos de América, gestión diplomática que no progresó más debido a la caída de Iturbide y su Imperio del Septentrión (1823).
En abril de 1824, Rodríguez fue electo como jefe político de El Salvador, desde cuyo cargo dispuso la aplicación del decreto de abolición de los esclavos, promulgado en el último día de 1823, la instalación del Tribunal Supremo de Justicia y la redacción y promulgación de la primera Constitución salvadoreña, elaborada en el antiguo convento de San Francisco (ahora Mercado ExCuartel).
Además, promovió el ingreso de la primera imprenta de mano con que contó el país (junio de 1824) y en la que se editó el primer periódico nacional, Semanario político mercantil de San Salvador, aparecido el 31 de julio de 1824 y dirigido por el presbítero y diputado Miguel José de Castro y Lara (1775-1829).
Con amplias garantías para los ciudadanos, Rodríguez convocó a elecciones, en las que resultaron electos Jefe y Vicejefe de Estado Juan Vicente Villacorta y Mariano Prado, quienes empezaron a fungir en sus puestos a partir de diciembre de 1824.
Tras militar durante años en el partido de los "fiebres" y desempeñar el cargo de inspector general de Hacienda y Rentas Federales Estancadas, Rodríguez se retiró a la vida privada. Pasó sus últimos años en su hacienda "San Jerónimo", jurisdicción de Cojutepeque, donde vistió el hábito de terciario franciscano, se entregó a obras de caridad y murió entre 1837 y 1841, víctima de la peste del cólera morbus.