ATAQUE. Las ropas ensangrentadas quedaron en la carretera en la que fueron asesinados ayer dos trabajadores surcoreanos.
España conmovida por muertes
Madrid/AP
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Aznar reitera que no se irán de Iraq, mientras la población pide el retiro de las tropas el día en que llegaron los cadáveres de los siete españoles muertos el sábado.

Mes sangriento
Noviembre, que coincidió con el mes del ramadán musulmán, ha sido el mes que mayores ataques ha visto en Iraq desde el derrocamiento de Husein.

83 soldados estadounidenses han muerto, muchos de ellos en el derribamiento de cuatro helicópteros.


19 italianos murieron a mediados de mes en Nasiriya, en un atentado suicida al sur del país.


Los siete agentes españoles muertos el sábado en un enfrentamiento se convirtieron en las mayores bajas de ese país, que mantiene 1,300 efectivos en Iraq, y que lidera la brigada Plus Ultra de la que forma parte el batallón Cuscatlán.


Dos diplomáticos japoneses y dos ciudadanos surcoreanos murieron el sábado y el domingo, respectivamente, en Tikrit, la ciudad natal de Sadam Husein, tras ser atacados por miembros
de la resistencia.
Ayer murió el primer latinoamericano, un colombiano que trabajaba en la industria petrolera.


Citas
  Nosotros estamos donde tenemos que estar. No abandonaremos a su suerte a las víctimas del terrorismo ni de aquí ni de allí.”

José María Aznar
Presidente del Gobierno español.

 
El avión que portaba los restos de siete agentes españoles de inteligencia muertos en Iraq arribó ayer a Madrid , al tiempo que el presidente del Gobierno dijo que las tropas de este país continuarán en Iraq.

Unos 150 parientes y amigos aguardaban en la pista de aterrizaje bajo la llovizna, junto con la canciller Ana Palacio, los vicepresidentes Rodrigo Rato y Javier Arenas y otros funcionarios.

Los cuerpos, envueltos en la bandera nacional, fueron trasladados a un hospital para las autopsias. El presidente José María Aznar anunció un día nacional de luto para cuando se realice el entierro.

Aznar dijo que efectivos militares seguirán emplazados en Iraq, como parte “de un compromiso para combatir el terrorismo fanático. Frente al terrorismo fanático no hay otra opción que enfrentarlo”, dijo Aznar en un discurso por televisión.

“Nuestra libertad está amenazada por todos los terroristas”, dijo. “Sabemos que una retirada es el peor camino que podemos emprender.”

El ataque reanudó los pedidos para que el Gobierno retire sus 1,300 efectivos militares de Iraq. Banderas españolas fueron puestas a media asta en todo el país, y muchos españoles expresaron su indignación.

En una encuesta realizada por el periódico “El Mundo” luego del ataque del sábado, un 68% de los entrevistados dijeron que las tropas españolas emplazadas en Iraq deben retornar al país.

Dirigentes opositores y editoriales de periódicos, mientras ofrecían condolencias a las familias de las víctimas y respaldo a las fuerzas armadas, también cuestionaron el precio que está pagando el país. “Estas muertes requieren explicaciones y reflexiones, sin el menor deseo de usar esta tragedia como un elemento más de un debate político”, dijo “El Mundo”.

La coalición opositora Izquierda Unida ha pedido el inmediato retorno de las tropas españolas. Los socialistas, el segundo partido más importante de España, se opusieron a la guerra desde el comienzo.


Catorce extranjeros muertos en 24 horas

La noticia de la muerte de dos surcoreanos, atacados ayer cerca de Tikrit, elevó a 13 la cifra de extranjeros muertos en Iraq en las últimas 24 horas.

No se reveló la identidad de los surcoreanos fallecidos, pero sí la de los dos heridos, que son empleados de una compañía eléctrica surcoreana, según el director general del ministerio encargado de asuntos asiáticos y de Oriente Cercano, Lee Kwang-jae.

Un trabajador petrolero colombiano, contratista de la subsidiaria Kellogg Brown & Root, murió ayer también tras ser atacada la caravana en la que viajaba, y hay otros dos colombianos heridos.

Insurgentes dispararon con armas pequeñas contra la caravana cerca de la población de Balad, a 72 kilómetros al norte de Bagdad.

La lista incluye a dos soldados estadounidenses muertos el sábado en una emboscada cerca de la frontera de Siria, reportados el sábado por la noche por el Comando Central.

Además se confirmó la muerte de dos diplomáticos japoneses, tal como se había anunciado desde el sábado pasado, al ser baleado su automóvil en la ciudad de Tikrit, cuna de Sadam Husein y una de las localidades que ha llevado a cabo la mayor cantidad de ataques contra fuerzas de la coalición.

“Estoy furioso”, dijo ayer el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, al referirse a la noticia, pero adelantó que su país seguirá comprometido con la reconstrucción de Iraq.

La lista incluye también a los siete agentes secretos españoles muertos el sábado en Suwariya, a unos 30 kilómetros al sur de Bagdad, cuyos cuerpos fueron repatriados ayer mismo a España.

En total, el mes de noviembre, que acabó ayer, ha sido el peor para la coalición en Iraq, con más de 100 muertos en emboscadas de la resistencia iraquí.