Bagdad, Iraq. Voceros del Ejército salvadoreño dijeron ayer que ya se comenzaron los procedimientos administrativos necesarios para que el sargento Romel Neftalí Moreira Gámez regrese desde Bagdad hasta la ciudad de Nayaf, sede del batallón Cuscatlán. “Se hizo contacto con la brigada Plus Ultra para que se proceda a la evacuación del sargento, ya sea por la vía aérea o terrestre, pero para ello se están siguiendo los procedimientos administrativos que están estipulados”, dijo ayer a LA PRENSA GRÁFICA una fuente militar que declinó identificarse.

El ministro de Defensa, Juan Antonio Martínez Varela, conversó ayer por teléfono con el jefe del batallón Cuscatlán, teniente coronel Sabino Monterroza, sobre la evacuación del soldado, dijo la fuente en El Salvador.

El Ejército salvadoreño negó que el sargento haya sido abandonado tras su retorno desde Kuwait, donde recibió asistencia médica luego de sufrir un accidente de tránsito en las afueras de Nayaf: “Él nunca ha estado abandonado, él ha estado siempre en una instalación militar y ha utilizado medios de transporte militares”, dijo la fuente.

Por su parte, la comisión de defensa de la Asamblea vio con buenos ojos la atención médica que recibió el militar; sin embargo, lamentó que se haya fallado la logística para su traslado a Nayaf.

Luz verde para Moreira

El teniente coronel Monterroza por fin fue informado por los españoles, tres días después de que lo vieron en el aeropuerto, del paradero de Moreira, y él personalmente llamó el domingo para asegurarse de que se encontraba aquí e informarle que enviarían un convoy salvadoreño a recogerlo. “Bueno”, dijo Moreira cuando colgó. “Ahora sí parece que nos vamos”, y se acostó temprano. “Mañana será un día pesado, pero bonito”, dijo a nuestro enviado a Iraq.

. “Feliz cumpleaños, ‘Osito’”. Ésa era la leyenda que resaltaba en el centro del pastel.

La dedicatoria era para el ausente René Vicente Guevara Oporto, cabo del batallón Cuscatlán que está destacado en la ciudad de Nayaf, Iraq.

Guevara cumplió 31 años el pasado 18 septiembre, pero la familia lo celebró el domingo recién pasado partiendo una torta y tomando tres litros de gaseosa.

“Nos habló y le dije que nos íbamos a reunir con la familia y los amigos para celebrar su cumpleaños”, dijo Elba Mejía, la esposa.

La mujer mostró gestos de nostalgia, pero confía en que el próximo la fiesta será con el cumpleañero: “Está lejos, pero sé que él va a venir bien”, confió.

Nueve días atrás, el turno de apagar las velas fue para Reina Yamileth, la segunda hija del cabo, quien llegó a los 10 años el pasado 9 de septiembre.