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Soldados en Nayaf,
a ciegas mundo@laprensa.com.sv Sin los servicios de los espías españoles, las tropas en Nayaf carecen de información importante. |
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El asesinato de los siete
espías españoles el pasado sábado ha caído como
un mazazo sobre los soldados de la brigada Plus Ultra. “Sin ellos, nos hemos
quedado ciegos”, reconoce el teniente coronel José Luis Gutiérrez
Sánchez, jefe del destacamento de Nayaf. “Si Alberto estuviera aquí,
me habría enterado ayer de esta manifestación, y no hoy al
verlos en la puerta”, afirma, aludiendo a los 200 empleados del servicio
municipal de limpieza que han sido despedidos y el lunes coreaban gritos
de protesta ante el acuartelamiento español. Por la tarde, los soldados destinados en Nayaf colocaron ramos de flores en la puerta de la habitación de los agentes Alberto Martínez y Luis Zanón. Los manifestantes no parecen especialmente agresivos y los centinelas, soldados salvadoreños del batallón Cuscatlán, están relajados. Pero la verdadera seguridad no está en responder a los problemas, sino en anticiparse a ellos. Ésa era la misión de los agentes del CNI: alertar sobre cualquier riesgo potencial para los soldados. “Cada día, a las 8 de la tarde, me reunía con Alberto y él me contaba quién estaba descontento, qué problemas había en el pueblo o con qué conflictos podríamos enfrentarnos”, explica el teniente coronel José Luis Gutiérrez Sánchez. “Los viernes, nada más concluir los sermones en las mezquitas, me resumía lo que habían dicho los imanes”, recuerda. Una información vital en Nayaf, ciudad santa de los chiitas, donde una sola palabra de los ayatolas más influyentes podría volver a la población en contra de los soldados. Visita de reconocimiento El teniente coronel Gutiérrez reconoce que sus hombres no podrían, aunque lo intentaran, suplir la función de los agentes fallecidos y considera imprescindible que, cuanto antes, nuevos miembros del CNI vengan a cubrir su hueco. No es una tarea fácil. En la emboscada del pasado sábado no sólo perdieron la vida los cuatro únicos agentes que España tenía en la zona de Iraq donde están sus tropas, sino también tres de los cuatro que debían sustituirlos. La selección y preparación de cada uno requiere varios meses. Los agentes que iban a realizar el relevo llegaron a Iraq dos días antes de su muerte. El objetivo del viaje no era aún sustituir a sus compañeros, sino familiarizarse con el lugar. Estaban en “visita de reconocimiento”. Tenían previsto regresar a España el lunes e instalarse en Iraq en enero. Eso explica que los ocho agentes del CNI viajaran juntos. Y también que tomaran una ruta que no es la habitual. Los veteranos estaban instruyendo a los nuevos. El sábado, durante el desayuno, Martínez explicó al teniente coronel que iban a ir a Bagdad y regresarían para la cena. No le detalló el motivo del viaje, pero es probable que en la capital iraquí contactaran con algunas fuentes, para pasárselas a los relevos.A las 16.30, el destacamento de Nayaf recibió una llamada del centro de operaciones de la brigada Plus Ultra pidiéndole novedades. “Nos preguntaron si estábamos todos. Les dijimos que sí, menos el NCIS (Núcleo del Servicio de Inteligencia)”, relata el teniente coronel Gutiérrez. “Insistieron en si sabíamos algo de ellos. Les contestamos que no. ‘Ha habido un tiroteo al sur de Bagdad y nos tememos lo peor’, fue todo lo que nos dijeron. El comandante José Luis Uña, compañero de promoción de Martínez, expresa así su desolación: “No han matado a cualquiera, han matado a los mejores”. |
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