La muerte de los españoles

Los ocho agentes del servicio secreto español destacados en Iraq murieron a 30 kilómetros de Bagdad, tras una batalla que duró media hora, según testigos.


Los agentes habían salido de la capital iraquí tras almorzar y se dirigían hacia Nayaf, donde tenían su base.

Decidieron tomar el camino más directo, pero que atraviesa más poblaciones.

Al cruzar el mercado de Mahmudiya se vieron obligados a reducir la marcha.

Un Oldsmobile 1990 blanco, con cinco pasajeros, que venía siguiendo a los españoles los adelantó y continuó avanzando despacio.

Versiones indican que al pasar este vehículo comenzó el ataque contra los agentes.

Antes de fallecer, uno de los agentes logró conectar a través de su teléfono por satélite con la sede en Madrid del Centro Nacional de Inteligencia para pedir ayuda.

Se avisó a la base de la brigada española en Diwaniya, que envió tres helicópteros, tres horas después de terminado el ataque.