El Ejército estadounidense detuvo en Bagdad al adjunto del jefe chiita radical iraquí Mukhtada al Sadr, sospechoso de estar vinculado con la muerte de dos soldados estadounidenses, indicó ayer un responsable militar norteamericano.

“Las fuerzas de la coalición en Bagdad realizaron una incursión conjunta con los cuerpos de defensa civil iraquíes y detuvieron a Amar al Yaseri, director de operaciones de Mukhtada al Sadr en ‘Sadr City’ (Bagdad), y sospechoso de haber planeado la emboscada en la que cayeron tropas de la coalición el 9 de octubre y murieron dos soldados”, señaló el general Mark Kimmit en rueda de prensa.

Bajo fuego. Soldados de E.U.A. retiran el cuerpo de un compañero muerto en una emboscada en las afueras de Samarra.

Sadr, un joven clérigo muy influyente en Nayaf y Bagdad, ha sido el principal opositor a la presencia de las tropas de la coalición, y sus hombres ya estuvieron en al menos una ocasión al borde de un enfrentamiento con tropas salvadoreñas.

El clérigo ha desconocido al Consejo del Gobierno iraquí, y ha anunciado la propia formación de un gobierno paralelo en Iraq.

Hasta el cierre de esta edición, aún no se conocían reacciones de la oficina del clérigo sobre la captura de su asesor, aunque se espera que aproveche la prédica que lleva a cabo todos los viernes enla mezquita de Kufa para referirse al caso.

Sadr es considerado por las fuentes de inteligencia en Nayaf como el líder religioso más peligroso en potencia, por sus encendidas prédicas contra la presencia de tropas extranjeras en suelo iraquí, aunque no goza del visto bueno de la “hawza”, el máximo consejo religioso chiita.

Durante una entrevista con LA PRENSA GRÁFICA, en octubre pasado, advirtió a las tropas salvadoreñas que salieran de Iraq.