“Me da tristeza que mi esposo no esté conmigo”
Javier Espinoza
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A nuestros esposos, amigos, hijos, no les ha pasado nada porque Dios los quiere mucho.”

Gloria Estela de Rivas



“No me dieron la opción de que si quería o no que se fuera”, dice Gloria Estela, esposa del capitán salvadoreño Óscar Rivas, destacado en Nayaf.

Los ojos se le llenan de lágrimas, mientras van llegando los recuerdos de su esposo, que se marchó hace ya casi cuatro meses en el avión que decía “Vacaciones placenteras”, en el que el batallón Cuscatlán alzó el vuelo hacia Iraq.

“No estoy de acuerdo con la misión porque somos dos culturas diferentes. No creo que entiendan rápidamente que sólo queremos ayudarlos”, dice sobre el trabajo que su marido ejerce al otro lado del mundo. Agrega que no se puede cambiar en pocos meses las ideas que tienen los ciudadanos de una civilización desde que nacen.

“Si a los salvadoreños nos cuesta entendernos, ¿cómo no va a ser difícil que nos entiendan allá?” Envía, además, un mensaje a las cientos de esposas de la tropa: “Tenemos que ser fuertes, tomarnos de la mano de Dios y confiar que regresen con bien”.

Amor a distancia

“Sus palabras de amor me confortan ”, dice Gloria Estela, sobre las conversaciones que sostiene con su esposo. “Una persona que ama a un ser no está dispuesta a perderlo. No me dieron la opción de que si quería o no que se fuera.”

Los ataques perpetrados en días recientes contra miembros de la brigada Plus Ultra han aumentado la intranquilidad de la señora de Rivas.

“A nuestros esposos, amigos, hijos, no les ha pasado nada porque Dios los quiere mucho, porque imagínese todos los atentados contra ciudadanos de otros países.”