Relevarán a E.U.A. en dos días
Salvadoreños inician labor de seguridad en Iraq
El batallón Cuscatlán aún espera el equipo militar completo que les ofreció Estados Unidos para iniciar su tarea plena.

Vecinos
hondureños

Los ejércitos de El Salvador y Honduras se vuelven a encontrar, esta vez a más de 15 mil kilómetros de su tierra de origen.

A cinco kilómetros de “Camp Baker”, la base de los salvadoreños, los 365 hombres de Honduras ocupan una solitaria y polvorienta base en la carretera que une las ciudades santas de Nayaf y Kerbala, ruta de los peregrinos chiítas.

A unos 100 kilómetros al sur, en Diwaniya, ayer comenzaron a instalarse los soldados de República Dominicana y Nicaragua.

Agosto 27. Los 360 soldados enviados por El Salvador a Iraq ya desempeñan labores de seguridad en el campamento Baker, en la ciudad iraquí de Nayaf, donde ayer recibieron la visita del jefe de la Brigada Plus Ultra, el general español Alfredo Cardona.

El oficial se entrevistó con el jefe del batallón salvadoreño Cuscatlán, teniente coronel Santiago Sabino Monterroza, quien afirmó que es “un orgullo” estar en Iraq y trabajar con el contingente de España.

Los soldados salvadoreños se acantonaron en la antigua universidad de Kufa, convertida en cuartel por los marines estadounidenses pocos días después de la caída de Bagdad, el 9 de abril.

En la puerta de la base, junto a un marine estadounidense de origen mexicano, se encontraba ayer, con el chaleco antibalas y el casco puesto, pese al calor, el sargento primero Caishpal Morales.

El soldado estadounidense, en perfecto español, le explicaba: “Aquí sólo pueden pasar los vehículos militares y los civiles que tengan identificación o una entrevista concertada con el mando. El resto deben aparcar fuera, lejos de la base”. Morales lo escuchaba, mientras sujetaba un fusil M-16.

“El único peligro que puede haber es un carro bomba, así que hay que vigilarlos bien”, advertía el marine a Morales, que tomaba buena nota de lo que le explicaban.

El salvadoreño, originario de Santa Ana, dijo estar orgulloso de servir en Iraq: “Es una enorme satisfacción poder ayudar a reconstruir el país. Es una gran experiencia para nosotros, porque vamos a aprender mucho a pesar de este calor. Este clima no tiene nada que ver con mi tierra”.

Las temperaturas en el centro de Iraq, hace una semana, alcanzaron los 50 grados Celsius, o sea unos 17 grados más caliente que la máxima en los últimos días en San Salvador.

En el interior de la base, el soldado salvadoreño Jaime Antonio López, alto y sonriente, se limpiaba el sudor que le corría bajo el casco mientras hablaba divertido con los guardaespaldas del general español. “Para nosotros es fácil y un gusto compartir el trabajo con gente que habla la misma lengua y que tiene tanta experiencia”, aseguró.

Morales y López son dos de los salvadoreños que asumirán la sección de seguridad de “Camp Baker”, una vez que abandonen la base los marines estadounidenses.

El teniente coronel Monterroza, entre risas, comentó: “Entonces tendremos que buscarle a esta base un nombre más afín a nuestra cultura”.

Monterroza puntualizó que aún no han recibido todo el material que les prometió Estados Unidos, pero que si el plan se desarrolla según lo establecido estarán equipados “en dos o tres días”.

Hasta el momento, los soldados salvadoreños no han tomado los barracones, aún ocupados por los marines, y duermen en tiendas de plástico, sin aire acondicionado, y donde el calor es intenso y muy seco.


Es más mortal la fase posbélica

JEFE DE BATALLÓN. El teniente coronel Sabino Monterroza (izquierda), jefe del batallón Cuscatlán en la ciudad iraquí de Nayaf, hace un recorrido de inspección en la zona donde se han instalado las tropas salvadoreñas.

Otro soldado estadounidense muerto ayer en Bagdad hizo que la cifra de bajas durante la guerra se quedara atrás.

Bagdad/DPA

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La muerte ayer de un soldado estadounidense en un ataque en Bagdad hizo aumentar a 139 las bajas militares estadounidenses desde el fin oficial de las grandes operaciones militares en Iraq, superando así el número de soldados caídos durante las seis semanas de guerra en este país.

Según el Comando Central norteamericano, en el ataque de ayer contra un convoy militar cerca del llamado cementerio de tanques, en el barrio de Dora, en el sur de la capital iraquí, murió un efectivo y dos resultaron heridos.

Durante las operaciones de guerra en marzo y abril murieron 138 soldados en Iraq, 114 de ellos en combates.

Desde que el 1.° de mayo pasado el presidente estadounidense, George W. Bush, a bordo del portaaviones USS Abraham Lincoln, anunció el final oficial de las “grandes operaciones militares”, el número de soldados que fallecieron en atentados o combates asciende a 62. Los otros soldados murieron en accidentes o por enfermedades.

Entretanto, soldados ucranianos recibieron disparos mientras realizaban un arresto en la ciudad iraquí de Kut, señala un comunicado del Ministerio de Defensa difundido hoy en Kiev.

El incidente tuvo lugar cuando los ucranianos comenzaban su primer día de tareas regulares como parte de la ocupación internacional en Iraq. Miembros de la 5.ª Brigada Mecanizada de Ucrania se toparon en Kut con cuatro hombres armados e intentaron detenerlos, pero éstos resistieron el fuego de los militares, aunque sin lograr su objetivo.