Tropas salvadoreñas no sufren daños

Sangriento atentado en Nayaf
Redacción/Agencias
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Un centenar de muertos. Explosión de coche bomba termina con la vida del ayatola Mohamed Bakir al Hakim. Nayaf, lugar de operaciones del batallón Cuscatlán, vive la jornada más sangrienta de la posguerra iraquí.


 

Una explosión junto a una mezquita en Nayaf causó la muerte ayer de un centenar de personas, incluido a uno de los máximos líderes religiosos iraquíes, el ayatola Mohamed Bakir al Hakim.

Un poderoso coche bomba fue detonado momentos después de la oración, justo en momentos en que las calles de los alrededores estaban atestadas de fieles y vendedores.

No hay bajas salvadoreñas

El Ministerio de la Defensa de El Salvador informó ayer mismo que no hay víctimas entre los soldados nacionales que participan en las operaciones de reconstrucción.

El batallón Cuscatlán se encuentra desde el pasado jueves realizando patrullajes conjuntos en Nayaf, la ciudad sagrada chiita, y se dispone a relevar a tropas estadounidenses a partir del 1.º de septiembre. “He hablado con el coronel Monterroza, y me aseguró que todo el personal está bien”, dijo ayer el ministro de Defensa, Gral. Juan Martínez Varela (ver nota aparte).

El caos en Nayaf

La explosión terminó con la vida del principal líder religioso chiita, el ayatola Mohamed Bakir al Hakim, un influyente clérigo y acérrimo enemigo de Sadam Husein, que había solicitado la retirada, por medios pacíficos, de las tropas estadounidenses tras la caída del régimen de Husein.

La bomba estalló al paso de Hakim, cuando éste abandonaba la mezquita, y desató un pandemonio en cerca del templo, con miles de fieles corriendo y atropellándose mientras intentaban huir del lugar, por temor a otra explosión.

Nadie se ha atribuido aún el atentado, aunque fuentes del gobierno provisional iraquí manifestaron ayer que podría tratarse de militantes de la red terrorista Al Qaeda en conjunto con seguidores del depuesto Husein. Es el tercer coche bomba en Iraq en un mes.