Tres soldados estadounidenses murieron y dos resultaron heridos ayer en una emboscada cerca de la ciudad del depuesto líder iraquí Sadam Husein, según confirmó un portavoz militar.

El caporal Venon O’Donnel dijo: “Estaban inspeccionando un sitio de lanzamiento de mortero sospechoso cuando se produjo la emboscada”. Precisó que además hay dos heridos.

El ataque ocurrió en Al Halidiya, 70 kilómetros al oeste de Bagdad, en una región que es conocida por dar alojamiento a fieles del derrocado presidente Sadam Husein, y donde se han producido frecuentes ataques contra miembros de las tropas estadounidenses.

Khaldiya se encuentra al este de Ramadi, en el peligroso “triángulo sunita”.

Residentes de la zona dijeron que los vehículos habían tropezado con minas en la carretera principal, entre Khaldiya y Habaniya. Las tropas cerraron el área y no permitieron que los periodistas accedieran al lugar.

La detonación provocó serios daños en tres vehículos del Ejército de Estados Unidos, entre ellos un camión de transporte de tropas, que quedó calcinado.