Un sol radiante iluminó ayer el estadio Cuscatlán en donde se conmemoraron los 25 años de pontificado del papa Juan Pablo II. El escenario recibió a más de 35 mil feligreses que iniciaron su ingreso
desde las 6 de la mañana, cuando ya había largas filas para intentar ingresar.
Un impresionante escenario cargado de flores se levantó a un costado del Cuscatlán y desde allí a la hora, puntualmente, inició la celebración oficiada por el nuncio apostólico, Giacinto Berlocco; el arzobispo de San Salvador, Fernando
Sáenz Lacalle; el obispo auxiliar, Gregorio Rosa Chávez, y demás jerarcas de todas las diócesis del país.
Junto a ellos asistieron autoridades civiles, desde el alcalde de San Salvador, Carlos Rivas, el primero de los funcionarios en llegar, hasta el presidente de la república, Francisco Flores, quien ingresó a la tarima principal cuando ya había iniciado
la misa .
Antes del evento, el nuncio apostólico aseguró que la celebración era la manera en que los salvadoreños demostraban su fe en Cristo y el agradecimiento a Dios por los 25 años del pontificado. Recordó que Juan Pablo II siente un cariño
especial por el pueblo salvadoreño y que se lo ha hecho saber en las ocasiones en que como representante papal ha podido saludarlo en Roma.
“En el último encuentro, me confió bendecirle a todos los salvadoreños en su nombre”, detalló.
En la homilía a cargo de Sáenz Lacalle, éste evocó las mejores virtudes del sumo pontífice.
“Ha sido la piedra, el cimiento firme, que ha enfrentado con responsabilidad las difíciles experiencias de un cuarto de siglo en que no sólo los católicos, sino la humanidad, han necesitado su apoyo firme para hacer frente a la represión de regímenes
totalitarios apoyados en ideologías deshumanizantes”, dijo. Agregó que la lucha del Papa ha sido contra una “espantosa” falta de respeto de la vida humana que se evidencia en la violencia salvaje de las guerras y los asesinatos en la intimidad del vientre materno.
Desmayos e insolación
El Comité de Emergencia Nacional (COEN) montó un centro de operaciones para auxiliar a los asistentes. Al final, se contabilizaron más de 30 atenciones, principalmente por insolación y desmayos.
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