EN EL ESTADIO. Vista panorámica de estadio Cuscatlán, el cual fue abarrotado por feligreses ayer durante la misa especial en celebración de los 25 años de pontificado de Juan Pablo II. 35 mil salvadoreños honraron a Juan Pablo II
Claudia Ramírez
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A la eucaristía asistieron autoridades eclesiales y políticas, entre las que destaca el presidente Flores.

Al estilo católico
La celebración ofreció momentos de profunda religiosidad.

El padre franciscano Flavián Mucci, de Agape, ayudó a los socorristas de la Cruz Roja a asistir a varias de las 32 víctimas de insolación que dejó el día ayudándolas a rehidratarse.

Le gente no contuvo un aplauso cuando Sáenz Lacalle mencionó la beatificación de Madre Teresa de Calcuta ocurrida ayer.

Los mosaicos recordaban los lemas y títulos que el Papa ha usado y recibido en 25 años: “Papa misionero”, “Totus tuus”, “Mensajero de la paz” y “Duc in altum” (rema mar adentro).

La misa concluyó una semana de eventos que incluyó la presentación de “El taller del orfebre”, una de las dos obras de teatro escritas por el Papa.

Un sol radiante iluminó ayer el estadio Cuscatlán en donde se conmemoraron los 25 años de pontificado del papa Juan Pablo II. El escenario recibió a más de 35 mil feligreses que iniciaron su ingreso desde las 6 de la mañana, cuando ya había largas filas para intentar ingresar.

Un impresionante escenario cargado de flores se levantó a un costado del Cuscatlán y desde allí a la hora, puntualmente, inició la celebración oficiada por el nuncio apostólico, Giacinto Berlocco; el arzobispo de San Salvador, Fernando Sáenz Lacalle; el obispo auxiliar, Gregorio Rosa Chávez, y demás jerarcas de todas las diócesis del país.

Junto a ellos asistieron autoridades civiles, desde el alcalde de San Salvador, Carlos Rivas, el primero de los funcionarios en llegar, hasta el presidente de la república, Francisco Flores, quien ingresó a la tarima principal cuando ya había iniciado la misa .

Antes del evento, el nuncio apostólico aseguró que la celebración era la manera en que los salvadoreños demostraban su fe en Cristo y el agradecimiento a Dios por los 25 años del pontificado. Recordó que Juan Pablo II siente un cariño especial por el pueblo salvadoreño y que se lo ha hecho saber en las ocasiones en que como representante papal ha podido saludarlo en Roma.

“En el último encuentro, me confió bendecirle a todos los salvadoreños en su nombre”, detalló.

En la homilía a cargo de Sáenz Lacalle, éste evocó las mejores virtudes del sumo pontífice.

“Ha sido la piedra, el cimiento firme, que ha enfrentado con responsabilidad las difíciles experiencias de un cuarto de siglo en que no sólo los católicos, sino la humanidad, han necesitado su apoyo firme para hacer frente a la represión de regímenes totalitarios apoyados en ideologías deshumanizantes”, dijo. Agregó que la lucha del Papa ha sido contra una “espantosa” falta de respeto de la vida humana que se evidencia en la violencia salvaje de las guerras y los asesinatos en la intimidad del vientre materno.

Desmayos e insolación

El Comité de Emergencia Nacional (COEN) montó un centro de operaciones para auxiliar a los asistentes. Al final, se contabilizaron más de 30 atenciones, principalmente por insolación y desmayos.