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Se pensó de primas a primeras en la originalidad de la idea, en la grandeza del pensamiento en cuanto a concepciones tan bien realizadas. Pero lo cierto es que tras la sombra gigantesca de este filme anida un cúmulo de obras literarias y cinematográficas. Por ahí es, entonces, que se recuerda la visión futurista de autores literarios como Asimov y William Gibson. Y aunque quizá sea extraño digerir la idea de que la cinta de los hermanos Wachowski tiene semejanzas de todo tipo con películas de otros tiempos, lo cierto es que hay un grupo de éstas que por ahí pujan por ser ellas las “originales”. La cinta y el “manga” (cómic) de “Ghost in the shell” y su mundo cibernético; “Dark city”, el filme de ficción de Alex Proyas que nos lleva al “entendimiento” del alma humana; “El piso 13”, donde ya la creación de un mundo virtual era la idea predominante; e incluso la clásica “Tron”, que muchos de nosotros disfrutamos de chicos en la TV nacional, son obras que demuestran que “Matrix” no nace de la nada con la historia que cuenta. Ya hubo quien pensó lo que ahora apreciamos. Habrá que razonar entonces en que no son estas obras las que se parecen a la historia del elegido y su lucha por Zion, sino que es este filme el que se parece a los pensamientos de autores de otros tiempos. La mamá no se parece a la hija, sino al contrario. La sombra del plagio Grant Morrison, creador del “anime” “The invisibles”, podría acusar de plagio a los realizadores de “Matrix”. Esta demanda se apoya en un listado de similitudes con su cómic que hace dos años finalizó tras 62 números mensuales, según información publicada por “El Universal”, de México. “The invisibles”, que inició en 1994, cinco años antes del surgimiento de la saga “Matrix”, trata sobre la batalla de un grupo de misteriosos hombres de choque que desde tiempos antiguos se ha mantenido al margen de la ley para buscar y defender la libertad del individuo en todas sus formas. “Yo dejo que la gente sepa cuáles son mis fuentes, y que vean cuándo la imaginación se topa con las influencias. Pero cuando estos señores (los Wachowski) lo hacen, no es más que un robo, y con ello están haciendo millones”, comentó hace un par de años el escritor escocés en una entrevista para la revista inglesa “Uncut”. Dark city La película de Alex Proyas se desarrolla siempre de noche, lo que genera escenarios oscuros y hasta apocalípticos. Llama la atención el trabajo de fotografía y montaje en ambas producciones (“Matrix y “Dark city”), pues en este aspecto son casi idénticas. Ambas coinciden en la manipulación de la realidad, la presencia de un hombre común convertido en héroe al conocer la verdad. En “Matrix”, Neo debe conectarse a una máquina para entrar a la realidad virtual, en “Dark city” se le llama “sintonizar”. Además, hay muchos trajes negros, persecuciones, efectos en común (como detener balas con poderes mentales). Tron Esta cinta de 1982 fue de las primeras en presentar un mundo virtual al que se podía accesar desde la realidad. Un programador de juegos de video es despedido de su empresa, la que se ha quedado con algunas de sus creaciones. Es por ello que intenta ingresar en el programa general de la compañía para recuperarlos. En ella hay peleas, mucha tecnología y ambientes cibernéticos. Algunos interesados en el tema afirman que de no ser por “Tron”, un fracaso de taquilla en su momento, cintas como “Matrix”, “Existenz” o “Dark city” nunca hubieran existido. El piso 13 También se plantea la idea de que el mundo es una máscara manipulada por fuerzas externas al hombre. El protagonista descubre que la Tierra también es un programa de simulación virtual, creado por un programador omnisciente. Además, como en “Matrix”, los personajes necesitan de un aparato para ingresar a la simulación. El personaje principal también vive un romance y predominan los ambientes obscuros con luces verdes. En nuestro país, “El piso 13” fue exhibida poco después de “Matrix”; sin embargo, el argumento se basa en la novela de los 70, “Simulacron 3”, del escritor Daniel Galouye. The ghost in the shell Esta película de animación japonesa plantea muchas interrogantes acerca de la naturaleza del ser. ¿Qué nos convierte en humanos? ¿Puede un programa de computadora tomar conciencia de sí mismo al grado de reclamar un cuerpo y una existencia como los demás? La gran influencia en “Matrix” se reconoce por la temática ciberpunk y la presentación de la dinámica entre humanos y máquinas. Pero hay más. La batalla final, por ejemplo, tiene grandes similitudes con las balaceras derrumba paredes de “Matrix”. también podemos encontrar pantallas con gráficos verdes, mucha tecnología, persecuciones, llamadas telefónicas, persecutores con gafas oscuras y demás. |
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