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Nostalgia
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En 1975, El Salvador estaba bajo el gobierno
de Arturo Armando Molina y la ebullición
política aún no terminaba de revelarse.
El 7 de julio de ese año, el aeropuerto
internacional de Ilopango se llenó de mujeres
esculturales. Las candidatas a Miss Universo empezaron
a llegar para la primera ocasión, y la
única, en la que el afamado concurso de
belleza se realizó en El Salvador.
Carmen Elena
Figueroa fue la candidata nacional, una bella
mujer que alcanzó el grupo de finalistas.
Sin embargo, la corona fue para Anne Pohtamo,
la representante de Finlandia.
Actores y actrices de Hollywood formaron parte
del jurado, el legendario presentador estadounidense
Bob Barker fue el maestro de ceremonias y entre
los sitios turísticos que sirvieron de
marco para las bellezas del mundo, uno de los
que más resaltó fue Los Chorros.
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Hoy,
con la toma de posesión del presidente Antonio
Saca, se abre la posibilidad de que en este quinquenio
Miss Universo se realice en El Salvador, según
el director de la organización Miss El Salvador,
Eddie González.
De hecho ya ha habido pláticas
acerca del asunto. “Tenemos que esperar a que el nuevo
presidente tome posesión. Yo ya les dejé
ver la inquietud de que pudiéramos solicitarlo.
En la organización Miss Universo, ya he hablado
de la inquietud de El Salvador, pero no podemos hacer
nada hasta que el presidente Saca tome posesión
y que él haga la invitación formal a Miss
Universo para comenzar las pláticas”, dijo González
en una entrevista a LA PRENSA GRÁFICA.
En 1975, el evento Miss Universo
se realizó en El Salvador, para ese entonces la
fraquicia costó alrededor de medio millón
de dólares, más los gastos que se calcula
sobrepasaron un millón y medio de dólares.
En los últimos 10 años
ha habido dos intentos para conseguir que este certamen
de belleza vuelva al “país de la sonrisa” —eslogan
que identificaba al país en los 70—; sin embargo,
cada intento ha fracasado.
“El problema es que en tiempo del
presidente Calderón Sol, en su último año
de su gobierno, ya Miss Universo tenía a El Salvador
como país sede. Pero los planes no se realizaron”,
señala González sin entrar en detalles de
las situaciones que frustraron la celebración del
evento.
“Posteriormente, nos lo volvieron
a ofrecer en el primer año del presidente Flores,
pero el ministro de Economía, Miguel Lacayo, se
opuso totalmente, pues él no cree en el turismo
y volví a quedar mal por segunda vez consecutiva.
Incluso ellos (representantes de Miss Universo) iban a
El Salvador para hablar de precios, del hotel sede y todo,
el presidente Flores estaba muy entusiasmado, pero le
botaron el proyecto”, comentó González.
Al respecto, el hasta ayer ministro
de Economía, Miguel Lacayo, señaló
a LA PRENSA GRÁFICA que, al hacer memoria, recuerda
que sí se dio el ofrecimiento al país para
realizar el evento. “En esos tiempos hacer un Miss Universo
costaba unos 10 millones de dólares —aseguró
Lacayo— y se consideró que presupuestariamente
no contábamos con ese dinero para destinarlo al
evento.” Para Lacayo, el peso de un gasto de esa magnitud,
justo al inicio del periodo de gobierno, no era recomendable.
Según los periódicos
ecuatorianos, este año el país pagó
cinco millones de dólares por la franquicia de
Miss Universo para que el concurso se realizara en este
país, de los cuales cuatro millones fueron sacados
de la partida del Fondo de Promoción Turístico.
Panamá, en 2003, cuando
fue sede, gastó un estimado de nueve millones de
dólares, de los cuales un 56 por ciento fue destinado
para pagar los derechos de marca.
Según el director de la
organización Miss El Salvador, este prestigioso
concurso de belleza es una buena forma de promover el
turismo: “El país comienza su publicidad desde
que llegan las concursantes tres semanas antes”.
Además, para González,
la actual infraestructura del país es un “plus”:
“Tenemos la infraestructura como para poderle sacar provecho,
se está invirtiendo en hoteles, pero si el Gobierno
no genera turismo entonces éstos van a la quiebra.
Ésta es la mejor promoción”, concluye, confiado
de que en esta oportunidad quizá la suerte brille
para dar una corona en suelo cuscatleco.
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