Violenta jornada sacude a coalición
Redacción/Agencias
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Siete soldados de E.U.A. mueren en Bagdad tras enfrentamientos con chiitas.

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Las amenazas chiitas

Los principales líderes religiosos habían advertido ya a las tropas salvadoreñas que eran enemigos de Iraq.
Mukhtada Al Sadar lanzó una amenaza puntual contra los salvadoreños el 15 de octubre del año pasado, durante una conversación con LA PRENSA GRÁFICA en su casa de Nayaf.
“No me gusta la violencia. Odio la violencia y quiero hablar de paz. Pero le advierto a los soldados salvadoreños y españoles que no continúen ligados a las fuerzas americanas”, dijo.

El Cuscatlán lo consideraba un radical aislado, y mantenían contactos con el máximo clérigo chiita, el ayatola Alí Sistani.
Pero el vocero de Sistani, el jeque Alí, lanzó otra advertencia a los salvadoreños el 5 de noviembre: “Los salvadoreños están aquí por órdenes de Estados Unidos, no por invitación del pueblo iraquí. Le rogamos a Dios que se vayan pronto”.

Chiitas de todo Iraq desataron ayer violentas manifestaciones para exigir la liberación de un clérigo, en las mayores protestas registradas desde el inicio de la ocupación.

Siete soldados estadounidenses murieron en combates con milicianos chiitas en Ciudad Sadar, un vecindario de Bagdad.

Por lo menos 24 soldados norteamericanos más resultaron heridos, dijo un comunicado militar.

Las fuerzas armadas dijeron que el enfrentamiento comenzó cuando miembros de una milicia leal al clérigo chiita Mukhtada Al Sadar tomaron puestos de Policía y edificios del Gobierno en Ciudad Sadar, un vecindario pobre habitado principalmente por chiitas al este de la capital.

“Fuerzas de la coalición y de seguridad iraquíes restauraron la seguridad en Bagdad a costa de siete soldados estadounidenses muertos y más de dos docenas de heridos”, dice el comunicado. Añade que los milicianos atacaron a los soldados con armas cortas y lanzagranadas.

En Bagdad, testigos dijeron que fuerzas estadounidenses avanzaron hacia el barrio marginal de Ciudad Sadar y dispararon para dispersar a seguidores del carismático clérigo Al Sadar. Helicópteros artillados sobrevolaron la zona.

En Kufa, ciudad vecina a Nayaf cuya seguridad también está a cargo de los salvadoreños, milicias chiitas se tomaron los edificios policiales y el control de la localidad.

Manifestantes también se enfrentaron con fuerzas italianas y británicas en Nasiriya y Basora, en un vasto y violento desafío a la coalición aliada, planteando interrogantes acerca de su capacidad para estabilizar a Iraq previo a la transferencia de la soberanía a los iraquíes el 30 de junio.

“Un grupo de personas en Nayaf cruzó la línea y provocó la violencia”, dijo el administrador estadounidense de Iraq, Paul Bremer. “Esto no será tolerado por la coalición, no será tolerado por el pueblo iraquí y no será tolerado por las fuerzas de seguridad iraquíes.”

Los ataques al Cuscatlán

2 abril 2004
Tres soldados salvadoreños resultan heridos tras enfrentamientos con milicias chiitas en la vecina ciudad de Kufa. El batallón Cuscatlán informa que los heridos tienen lesiones leves producto de esquirlas. No hay capturados.

9 noviembre 2003
Soldados salvadoreños frustran un ataque con morteros contra Camp Baker, sede del Cuscatlán, al desmontar de un tejado cercano dos morteros, tras recibir la alerta de un vigilante de la zona.

13 octubre 2003
Soldados salvadoreños y milicianos chiitas se mantienen apuntando sus armas mutuamente durante una hora. Un clérigo interviene para desatar la situación, que estuvo a punto de convertirse en un trágico enfrentamiento.

27 septiembre 2003
Una patrulla salvadoreña es objeto de ataques en una calle de Nayaf. Los soldados responden a los disparos y logran la captura de dos atacantes. No hay víctimas entre los soldados ni entre los civiles.