Chiitas radicales se toman nayaf
Redacción/Agencias
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La brigada Plus Ultra, atrincherada en Camp Baker, intenta convencer a la Policía y al Gobierno local de retomar el mando en las instalaciones tomadas por los seguidores de Muqtada al Sadr. Ayer fue atacado con morteros el campamento.

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Chiitas se levantan

La confrontación entre E.U.A. y el clérigo chiita ha llevado a una masiva ola de protestas chiitas en todo Iraq.

Las autoridades locales desaparecieron ayer de Nayaf y Kufa ante las enardecidas manifestaciones de chiitas radicales armados que se tomaron las estaciones de Policía y la sede del Gobierno local, así como los santuarios.

Las tropas salvadoreñas, que han sufrido 16 bajas en sólo dos días (tres heridos el viernes, un muerto y 12 heridos el domingo), se encontraban ayer atrincheradas en Camp Baker, el complejo universitario que sirve desde el inicio de la ocupación como campamento militar.

Según confirmó el periódico español “El Mundo”, ayer los salvadoreños sufrieron un nuevo ataque con morteros en el campamento, pero no se registraron víctimas.

Según informó el Ministerio de Defensa español, posteriormente “la situación en Nayaf ha sido de alta tensión, con los miembros del denominado Ejército del Mahdi ocupando las calles de la ciudad”.

BARRICADAS. Chiitas permanecen atrincherados en el distrito de Shula, al este de Bagdad, mientras Nayaf permanece prácticamente sitiado por radicales islámicos.

El jefe de la brigada Plus Ultra, el general español Fulgencio Coll, ha trasladado a esta ciudad su puesto de mando. Este oficial “se esfuerza, prioritariamente, en devolver a la ciudad de Nayaf a la normalidad, alterada ayer tras el abandono de la Policía iraquí de las comisarías”, según el departamento.

Añade que el general español, a través de distintas mediaciones, “trata de que la Policía reasuma sus funciones en una ciudad que está controlada” desde el domingo “a media tarde por el Ejército del Mahdi, que obedece instrucciones de Al Sadr”.

La milicia de Al Sadr controla también el mayor santuario mundial del chiismo, la mezquita del imán Alí en Nayaf. Hombres vestidos de negro, uniforme de estos activistas, y armados rodean el mausoleo, que alberga la tumba del fundador del chiismo.


Escasa información

Los lugares sagrados habían venido siendo custodiados por milicias autorizadas por la coalición, pero ante los violentos eventos del fin de semana abandonaron sus posiciones y dejaron la llamada “zona prohibida” en manos de los milicianos de Al Sadr.

LA PRENSA GRÁFICA estableció comunicación con el batallón Cuscatlán en Nayaf, para conocer su situación de primera mano, pero tienen órdenes estrictas de no hablar con la prensa. El único autorizado para brindar información es el ministro de Defensa, Gral. Juan Antonio Martínez Varela, que ayer no accedió a hablar con este medio.

Según reportes de “The Washington Post”, las escuelas y las oficinas permanecían ayer cerradas, un día después de las violentas manifestaciones que causaron la muerte del soldado salvadoreño Natividad Méndez Ramos y de 21 civiles iraquíes.

SIN TREGUA. Un francotirador de las milicias de Muqtada al Sadr dispara contra tropas estadounidenses en Ciudad Sadr, un populoso barrio de Bagdad.

Regresan los ataques aéreos

Helicópteros apache de E.U.A. sobrevolaron ayer el barrio chiita de Bagdad para reprimir nuevas manifestaciones en apoyo a Al Sadr. Dispararon desde el aire provocando densas columnas de humo negro y poniendo a la población a buscar refugio. En tierra, el barrio conocido como Ciudad Sadr estaba ayer libre de tropas de la coalición y en manos de los militantes.

La ciudad de Kufa, de unos 110 mil habitantes y vecina a Nayaf, se convirtió ayer en el primer centro urbano totalmente libre de tropas de la ocupación, con las milicias de Sadr custodiando todos los lugares estratégicos y atrincherándose en torno de la mezquita, en la que se encuentra Al Sadr.

Ordenan captura de Muqtada al Sadr

Muqtada al Sadr permanecía ayer recluido en la mezquita de Kufa, fuertemente protegido por sus milicianos, después de que se dictara una orden de detención contra él por el asesinato de un religioso rival cometido el año pasado. La coalición lo llamó ayer un hombre “fuera de la ley” y la Casa Blanca lo llama un aliado de los terroristas.

 
CUSTODIA. Miembros del batallón Cuscatlán vigilan la entrada del hospital donde están ingresados los heridos de los combates del domingo.

Cientos de fieles se acercaron a la mezquita a lo largo del día y en el patio se formaron grupos dispuestos a intervenir para garantizar la seguridad de Al Sadr.

Al cierre de esta edición, diversas cadenas de televisión árabes reportaban el ingreso de tropas estadounidenses en Kufa, y citaron a testigos que dijeron haber escuchado fuertes explosiones.

El periódico español “El Mundo” incluso habló de paracaidistas arrojándose sobre el templo.

Al Sadr habló ayer con la emisora Al Yazira, y dijo no temerle a la muerte. “El martirio nos otorga dignidad ante Dios”, dijo, y reiteró su llamado contra la coalición.

“Los americanos tienen el dinero, tienen las armas en grandes cantidades; pero esto no va a debilitarnos porque Dios está con nosotros”, dijo el clérigo.

En Bagdad, dos ministros del Consejo de Gobierno condenaron la respuesta militar y advirtieron que no tolerarán la muerte de más civiles chiitas.

Coalición pierde apoyos

La confrontación con el clérigo, que inició la semana pasada tras el cierre de su revista, ha puesto a la coalición en combates abiertos con los chiitas, que componen el 60 por ciento de la ocupación y que eran enemigos de Sadam Husein, y al norte del país con los sunitas, que representan el 20 por ciento de la población iraquí y que eran el grupo más afín al ex presidente.

Ayer las tropas estadounidenses sitiaron Faluya, en el triángulo sunita, para operaciones de gran envergadura en busca de los perpetradores de la muerte y el linchamiento de 4 contratistas de E.U.A.


Un líder radical

El imam Muqtada al Sadr, quien ha puesto en pie de guerra a los chiitas, supo jugar sus cartas tras la desaparición de Sadam Husein.

Es hijo del predecesor de Alí Sistani como líder espiritual más respetado de la comunidad chiita no sólo en Iraq, sino en todo el mundo.

Quedó huérfano en 1999 cuando el régimen de Husein asesinó al gran ayatolá Mohamed Sadeq al Sadr y a sus dos hijos mayores, los hermanos de Muqtada.

Como único superviviente varón, Muqtada ha heredado el nombre familiar y todo el peso que lleva consigo.

Su juventud (aún no ha cumplido los 30 por más que sus colaboradores le añadan años) impide que haya adquirido la autoridad religiosa consustancial a los grandes líderes chiitas.

Sin embargo, el peso que tiene en la calle les ha obligado a tenerle en cuenta.

Muqtada se movilizó rápidamente tras la caída de Husein y puso en pie una red de servicios sociales en uno de los arrabales chiitas más pobres de Bagdad.

El barrio llamado Ciudad Sadam pronto fue rebautizado por sus agradecidos habitantes como Ciudad Sadr, en memoria de su padre.

El joven imán chiita permanece en la mezquita de Kufa, donde pasa la mayor parte de su tiempo rezando y recitando versículos del Corán en una sala lateral cerrada al público.

El año pasado, en una conversación con LA PRENSA GRÁFICA, amenazó a las tropas salvadoreñas y hondureñas.

Kufa está totalmente controlada por los milicianos de Muqtada al Sadr, agrupados en el Ejército del Mahdi (literalmente Ejército del Oculto, en referencia al duodécimo imam chiita que desapareció misteriosamente).