Nayaf tuvo un respiro el martes
Amadeo Cabrera/Edwin Segura
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La ciudad donde están instalados los soldados salvadoreños en Iraq vivió una jornada tranquila ayer, al momento que los miembros de la brigada Plus Ultra recuperan el control del lugar.

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Días aciagos

La violencia que reina en Iraq tocó a las puertas del batallón Cuscatlán el pasado viernes y empeoró el domingo. En tres días, los salvadoreños tuvieron 16 bajas, entre las que hubo una mortal. Ayer fue un día de calma en medio de la violencia.

El primer golpe
Los días aciagos para el grupo de salvadoreños en Iraq comenzaron el viernes, cuando tres militares resultado heridos, luego de un ataque.
El sábado, el ambiente de tensión aumentó, a medida que los clérigos chiitas radicales instaban a sus seguidores a actuar en contra de las fuerzas de ocupación.


Domingo negro
El domingo fue el peor día para las tropas salvadoreñas apostadas en Iraq. Chiitas radicales comenzaron una revuelta exigiendo la liberación de uno de su dirigentes, y terminaron enfrentándose al batallón Cuscatlán.
El saldo trágico fue de un soldado fallecido y 12 militares más lesionados.


Al borde de la anarquía
El fuego de morteros y de fusilería continuó el lunes. Los seguidores de los clérigos chiitas se tomaron las calles, estaciones de policía y centros religiosos.
Las máximas autoridades de la brigada hispanoamericana decidieron reforzar Nayaf y se mudaron a esa ciudad para tratar de reestablecer la calma.

La calma está volviendo poco a poco a Nayaf, luego de los violentos hechos del domingo pasado que cobraron la vida decenas de civiles y dos militares, entre ellos el salvadoreño Natividad Méndez Ramos.

El lunes, la ciudad volvió a ser el escenario de protestas callejeras, toma de edificios públicos y de fuego de morteros y fusilería. El ambiente era de anarquía.

El alto mando militar español en Iraq, que está al mando de la brigada hispanoamericana Plus Ultra, tomó la decisión de trasladarse al escenario de los disturbios.

El Ministerio de Defensa de España decidió doblar la cantidad de efectivos de la guarnición en Nayaf con militares desplegados hasta en la ciudad de Diwaniya, informó el periódico “El País”.

El general español y jefe de la brigada Plus Ultra, Fulgencio Coll, trasladó a Nayaf su puesto de mando, desde donde está entrevistándose con las autoridades locales para intentar rebajar la tensión.

Las bases de Diwaniya y Nayaf sufrieron el lunes nuevos ataques con morteros que no causaron heridos. Ayer la jornada fue más tranquila y sólo hubo disparos esporádicos.

“La situación la podemos calificar de tranquilidad dentro de la tensión”, dijo ayer a LA PRENSA GRÁFICA el comandante español Carlos Herrarón, de la oficina de información pública de la brigada Plus Ultra. “Hoy ha sido un día muy tranquilo”, señaló, cuando ya la noche había caído sobre Iraq.

Las fuerzas de la Plus Ultra, según Herrarón, han retomado el control de varias comisarías de policía, pero todavía hay focos de resistencia en la llamada ciudad vieja de Nayaf y en la vecina ciudad de Kufa.

La seguridad en la ciudad ha sido reforzada con personal español —unos 100 hombres—, unidades mecanizadas, helicópteros y con la presencia de dos aviones de combate F-16, que han sobrevolado la ciudad.

A Nayaf también han llegado militares provenientes de los contingentes de los otros países que forman la Plus Ultra, pero no se ha precisado la cantidad.

El coronel Hugo Orellana Calidonio, jefe del batallón Cuscatlán, dijo ayer que los soldados salvadoreños están concentrado en mantener la seguridad de la base y que están dando protección a un hospital que “había sido infiltrado por elementos armados”.

El Cuscatlán aún no ha reanudado los patrullajes en la ciudad, y de momento ha limitado su radio de acción a los alrededores del campamento. “No nos hemos extendido porque se han tomado las medidas extremas de seguridad”, indicó Orellana Calidonio. “Existen otras unidades que son las que están desarrollando la actividad en estos momento”, agregó el militar.

La jornada de paz que vivió Nayaf no es un indicativo, sin embargo, de que la sangrienta revuelta iniciada por los seguidores del jefe radical chiita Muqtada al Sadr contra la coalición en Iraq haya cesado.

El clérigo, cuya captura ha sido requerida por las autoridades, dejó ayer su resguardo en Nayaf, mientras seguían los enfrentamientos en el resto del país.

Hasta ayer el balance de muertos desde el domingo era de 126; de ellos 106 son iraquíes y 20 soldados de la coalición (18 estadounidenses, nuestro compatriota y un ucraniano). Asimismo, unas 500 personas resultaron heridas en los dos últimos días en los enfrentamientos que sacuden el país.

Sangrienta jornada en resto de Iraq

Sangrienta jornada causa 78 muertos, incluidos 19 soldados de E.U.A. Seguidor de clérigo dice que “liberarán” Nayaf.

El resto de Iraq vivió ayer una sangrienta jornada con la muerte de al menos 78 personas, incluidos 19 soldados estadounidenses, en incidentes a lo largo y ancho del país, muchos relacionados con el levantamiento chiita liderado por clérigo Muqtada al Sadr.

Portavoces del Pentágono confirmaron en Washington a últimas horas del martes que al menos una docena de infantes de Marina murieron en la ciudad de Ramadi, al oeste de Bagdad, en uno de los ataques más graves sufridos por las tropas de Estados Unidos.

En Bagdad, el mando militar estadounidense también informó hoy de que al menos siete soldados norteamericanos habían perdido la vida en las últimas 24 horas en diferentes provincias iraquíes.

Los ataques contra las tropas de ocupación se recrudecieron desde mediados del mes pasado cuando se cumplió un año de la intervención militar para derrocar al Gobierno de Sadam Husein.

La resistencia se acentuó a partir del sábado con el levantamiento de radicales chiitas liderados por el clérigo Muqtada al Sadr.

Mientras soldados e insurgentes libraban en las calles combates callejeros, Muqtada al Sadr huía de su refugio en una mezquita de la ciudad de Kufa a la población próxima de Nayaf —lugar donde están apostadas las tropas salvadoreños— y advertía que resistiría ante cualquier intento de detenerlo.

Mahmud al Sudani, destacado miembro de la oficina de Al Sadr, se mostró aún más desafiante, al afirmar que Muqtada está decidido a “liberar Nayaf de la ocupación”, tras acusar a las tropas de Estados Unidos de “haber comenzado la violencia, y no nosotros”.

En esta atmósfera de tensión, el jefe de la administración norteamericana en Bagdad, Paul Bremer, reconocía a la televisión estadounidense ABC que la situación no era la que desearían tener.

Entretanto una fuente oficial manifestó en Washington que se ha ordenado a los funcionarios estadounidenses en Iraq que no salgan de los lugares bajo control de la coalición internacional.

Pero el Gobierno del presidente George W. Bush volvió a reiterar ayer que, pese a la renovada violencia, ese país mantiene sus planes de entregar la soberanía política a los iraquíes el 30 de junio.