Cuscatlán III llega a Nayaf
Amadeo Cabrera/Agencias
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La salida del tercer contingente en Kuwait fue inmediata tras la llegada de los últimos 80 soldados que llegaron la noche del lunes.

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El viceministro de Defensa Nacional, Ricardo Benjamín Ábrego, reveló ayer que los 380 soldados del batallón Cuscatlán III ya se encuentran en Nayaf, la ciudad donde han estado destacados los militares salvadoreños desde el inicio de su misión, en agosto de 2003.

“Ya está el tercer contingente en Nayaf y los dos batallones están en este momento haciendo el proceso de traspaso de mando”, explicó el militar, que no precisó la fecha del retorno del Cuscatlán II.

Los 380 soldados, en su ruta hacia Iraq, estuvieron acantonados en el campamento Virginia, tras salir en tres grupos desde suelo salvadoreño.

Ábrego no reveló la fecha en que la tropa salvadoreña se trasladará hacia la ciudad de Hilla, ubicada unos 100 kilómetros al norte de Nayaf, donde montarán su campamento.


Ataques aéreos

El tercer contingente salvadoreño, enviado para una misión de seis meses, llegó en momentos en que las tropas estadounidenses y las fuerzas iraquíes han rodeado a las milicias del clérigo chiita Muqtada al Sadr en la mezquita del imán Alí.

Ayer, blindados estadounidenses dispararon sus cañones y ametralladoras mientras las tropas norteamericanas e iraquíes avanzaban hasta una zona muy cercana al mausoleo, considerado el tercer lugar más sagrado del islamismo, después de La Meca y Medina, en Arabia.

Un avión artillado AC-130 reanudó sus ataques con cañones y ametralladoras contra posiciones de los milicianos de Al Sadr en los alrededores de la mezquita y barrió el área.

Además, helicópteros estadounidenses se encargaban de atacar a efectivos dispersos del autotitulado Ejército del Mahdi en zonas de Nayaf.

El ministro de Defensa de Iraq, Hazim al Shalan, advirtió a la milicia de Al Sadr que “serán barridos del mapa” si se resisten y no abandonan la mezquita, la que planean asaltar con tropas eminentemente iraquíes.


Principal clérigo iraquí pide desarme en Nayaf

El principal clérigo chiita de Iraq, Alí al Sistani, regresó súbitamente al país ayer y anunció un plan para terminar el levantamiento en Nayaf, donde los combates se desarrollan cada vez más cerca del santuario más sagrado del chiismo.

Al Sistani anunció que saldrá este día de la ciudad de Basora, en el sur de Iraq, hacia Nayaf, en el inicio de una marcha a la que ha llamado a todos los chiitas, en un afán por salvar la mezquita y mausoleo del imán Alí, yerno del profeta Mahoma, y espera que las milicias de Muqtada al Sadr desalojen el edificio, en el que se han parapetado por la ofensiva militar que Estados Unidos inició el 5 de agosto.

El gran ayatolá, la voz moderada más poderosa del país, pretende que los rebeldes de Al Sadr salgan del mausoleo de Alí y eventualmente de las ciudades de Nayaf y la vecina Kufa, al igual que el Ejército estadounidense, y que el control lo asuma la Policía iraquí.

Hamad al Jafaf, uno de los portavoces de Al Sistani, reveló detalles del plan a la televisora Al Arabiya: “La iniciativa estipula el desarme de las ciudades de Nayaf y de Kufa y que todos los elementos armados partan de esas dos ciudades”.

Al Sistani quiere además que el Gobierno compense a los civiles afectados en los combates y un censo poblacional que garantice elecciones generales limpias.