DE REGRESO. Uno de los últimos 86 miembros del batallón Cuscatlán que ayer arribó de Iraq. Fueron recibidos en la base de Ilopango.
“Gracias a dios ya estamos en nuestra tierra”
Amadeo Cabrera
politica@laprensa.com.sv

Los 359 soldados que estaban en la ciudad iraquí de Nayaf terminaron de llegar ayer. Ya se encuentran con sus familias.

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Otro grupo

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soldados salvadoreños se encuentran actualmente en Nayaf y su retorno está previsto para agosto próximo.


El Comando de Fuerzas Especiales (CFE) volvió ayer a vestirse de gala: música y disparos de salvas recibieron a 85 soldados que regresaban de Iraq luego de más de seis meses de trabajos en ese país de posguerra.

Los legionarios constituyen el último remanente del primer grupo de soldados que fueron destacados en la ciudad iraquí de Nayaf.

Los soldados viajaron por tierra desde la base aérea de Comalapa hasta Ilopango, y a su paso encontraron a civiles y escolares agitando banderas salvadoreñas en señal de bienvenida.

La tropa fue recibida por decenas de sus familiares, por el alto mando de la Fuerza Armada y por los jefes de las distintas ramas del Ejército, en la base del CFE.

“El Salvador tiene soldados valientes. No fue un misión fácil... ustedes regresan victoriosos y satisfechos de haber cumplido su mandato, de haber cumplido su misión y de regresar sin novedad”, dijo monseñor Fabio Colindres, del Ordinariato Militar en su mensaje.

El ministro de la Defensa Nacional, general Juan Antonio Martínez Varela, recordó la valentía de los soldados, a pesar de la adversidad.

“Valientes soldados, reciban la más cordial bienvenida. Misión cumplida y sin novedad”, les dijo.

Luego del acto, el capitán José Carlos Estrada ordenó al contingente romper fila. Las lágrimas, abrazos y besos volvieron a dominar la escena. “Gracias a Dios estamos de nuevo en nuestra tierra”, exclamó el cabo René Vicente Guevara Oporto, ya junto a su familia.
El reencuentro de la familia Rosales

El soldado José Adán Rosales volvió ayer a reunirse con su esposa, Carmen Dinora, y sus dos hijos, Ronald Edenilson y Jennyfer Stefany.

10:30 a.m.

El soldado Rosales se reencuentra con su familia y carga, por primera vez en sus brazos, a su hija, Jennyfer Stefany, quien nació cuando él se encontraba cumpliendo su misión en Nayaf.

1:45 p.m.

José junto a su suegro, Juan Mejía, traslada el equipaje para posteriormente dirigirse a su casa de habitación en el cantón La Palma, jurisdicción de Cojutepeque.

2:20 p.m.

Rosales junto a un familiar carga las maletas de su equipaje por una vereda que conduce hasta su casa de habitación en las afueras de Cojutepeque. Al fondo, su esposa, Carmen Dinora, les sigue.

2:30 p.m.

La familia del soldado José Adán Rosales llega a su casa, todos posan junto a una bandera de Estados Unidos y otra de Iraq y el diploma otorgado al militar por la misión desarrollada en Nayaf.