Un emigrante salvadoreño empezó a vender productos nostálgicos de casa en casa. Veinte años después, su empresa distribuye 600 productos en Estados Unidos y fabrica en El Salvador 200 de ellos. Su próximo paso es llegar a Europa.
Posicionarse como la marca nostálgica para los centroamericanos es la misión que se ha planteado la empresa salvadoreña Exportadora Río Grande. Desde que el salvadoreño Josué Alvarado emigró a Estados Unidos hace 23 años, la historia de su empresa no ha parado.
Comenzó a vender queso, harina y refrescos de casa en casa, pero su visión llegaba más allá y fundó Río Grande Foods, bautizada así por el río Grande de su natal San Miguel.
En 1988 creó la planta exportadora en El Salvador que provee a los mercados de Estados Unidos y Centroamérica.
Algunos de los productos que ofrece son: pupusas, tortillas, salsas, frijoles preparados, tamales y vegetales congelados, entre otros.
Actualmente la compañía fabrica 200 productos distintos en El Salvador y comercializa cerca de 600 en Estados Unidos —algunos importados de otros países de la región— para abarcar consumidores de diferentes etnias, pero el mercado de mayor interés para la empresa son los salvadoreños, que se estima hay unos 2 millones de compatriotas viviendo en esa nación.
Los productos más demandados son los tamales y pupusas. Diariamente producen 60,000 tamales de elote y 40,000 pupusas, y destinan el 95% de sus exportaciones al mercado estadounidense.
Carlos Arturo Montalván, gerente de proyectos y ventas regionales de Río Grande en El Salvador, comenta que la compañía ha crecido de manera impresionante pues inicialmente contaba con 12 empleados y hoy contrata a cerca de 350 personas (200 empleados fijos y 150 estacionales). Además, la planta de producción se ha expandido de 200 metros cuadrados a tener más de 10,000 metros cuadrados.
Río Grande se ha convertido en una empresa solida, y ni los momentos de crisis la detienen; en la última década sus exportaciones han crecido en promedio un 30% al año. “A pesar de la crisis, nuestras exportaciones crecieron 15% en 2009, estamos haciendo esfuerzos para ampliar el mercado salvadoreño porque es el que conocemos”, dice Montalván.
Listos para la UE
Para 2010 la meta es más grande. “Nuestro proyecto principal es incursionar en Europa, ya tenemos perfiles de distribuidores en España e Italia, pues queremos enviarle a los hermanos lejanos productos nostálgicos”, afirma Montalván.
Otro de los planes de la compañía es suplir a todo el mercado centroamericano, lo cual se cumplirá en marzo de este año. El sueño de Josué Alvarado, hecho realidad.