El cielo, premio a la dedicación

Elsa Monge dejó el país en 1992, cuando sus padres buscaron un mejor futuro en Estados Unidos después del conflicto armado. En territorio estadounidense, el apoyo de su familia la impulsaron a superarse.


Elsa Monge tiene 26 años y reside actualmente en Londres, donde trabaja con la aerolínea American Airlines para promover los destinos de Estados Unidos y América en Europa. Graduada en Estudios Latinoamericanos y Mercadeo, la salvadoreña de nacimiento se inició en ventas dentro de la compañía.

Ella recuerda que entre los 6 y los 9 años los vivió entre Estados Unidos y El Salvador. Tras establecerse en Tenesí, Elsa estudió en una escuela pública, pero su abuela y su mamá siempre “querían que tuviera la mejor educación como en El Salvador”, por lo que ingresó a una escuela privada para señoritas.

“Creo que eso fue lo que hizo la diferencia: la educación que tuve en mi infancia, en El Salvador hasta el primer grado y después en EUA y el bachillerato que lo saqué en una escuela privada” comentó la salvadoreña.
Señala que nunca sufrió discriminación en sus años de estudio, aunque asegura que notaba las diferencias con la cultura estadounidense, y señala que sentía que en su familia “nos llevábamos mejor, que siempre estábamos juntos, que los americanos eran un poquito diferente”.

Destacó que “hice muchas amigas, no tuve discriminación, siempre sentía que era diferente pero gracias a Dios nunca tuve ningún problema” aunque entonces, “no entendían mis amigas que yo no me podía quedar a dormir con ellas cuando solo tenía 9 años”.

Agrega que siempre tuvo en mente los consejos de su mamá y su abuela, que lo más importante era la educación y “por eso estábamos en Estados Unidos y que necesitábamos superar y hacer más de lo que ellos pudieron hacer cuando eran jóvenes”, destaca Elsa. “Siempre tuve en mi mente cuando estaba estudiando en la universidad y en el bachillerato hacer lo que mi mamá y mi abuela no pudieron hacer”, dice la joven compatriota. “Lo que te abren las puertas son los títulos”, afirmó.

Tras terminar el bachillerato, Elsa optó por los Estudios Latinoamericanos en parte gracias a su papá, quien mantiene un fuerte vínculo con el país, ya que la mayoría de su familia aún reside aquí. “Me quería relacionar más a él, quería entender su pasado” y “me interesaba también conocer más de Latinoamérica porque sabía que son mis raíces” cuenta.

Al mismo tiempo, cursó la carrera de mercadeo, ya que admiraba el trabajo en finanzas de su tío en corporaciones estadounidenses. Pero encontró su especialidad en mercadeo porque le gusta relacionarse con la gente y estar en lo público, explicó.

Así fue como se graduó de mercadeo y lo combinó con Latinoamérica. "Combiné que quería hacer negocios en Latinoamérica, y esa fue mi meta”, agregó.

Elsa relata que fue su familia quién más la marcó y que sus padres y su abuela le ayudaron a entender que era muy importante mantener su idioma, su cultura y no perder sus orígenes. Su papá, también estaba muy orgulloso del interés por aprender y apreció siempre el interés de su hija en mantenerse cerca de su cultura.

Así, mientras Elsa estudiaba en la universidad, hubo reclutamiento de personal y logró ubicarse en la compañía American Airlines en una plaza de ventas. Inició “con agencias de viaje por teléfono en todo Estados Unidos que yo mantenía los contactos”. Ahí empezó a conocer la aerolínea global y después pasó a otra posición donde mantenía cuentas con agencias ya más grandes y las iba a visitar personalmente.
También la connacional debía supervisar las rutas de Dallas en Latinoamérica. Fue entonces cuando ayudó al establecimiento de la ruta Dallas-San Salvador en 2008, entre otras.

“Yo sabía que había muchos salvadoreños en el centro del país” y que Dallas puede conectar de mejor manera. Al ver que la competencia contaba con una línea directa vio que había una oportunidad, agregó.
“No solo por que soy de El Salvador e iba todos los años a ver a mi familia, sino por que sabía que estaba el mercado que lo podía sostener”, señala la visionaria connacional.

Agrega que por ser la única que hablaba español ayudó en la traducción y comunicación con el equipo local y además buscó que sus superiores conocieran los vínculos de los salvadoreños que migran del país.
“Lo poco que pude hacer yo, lo hice”, asegura Elsa, que acompañó a su jefe en la visita que hizo al país y donde “se dio cuenta que el país es muy unido, que no importa cuántos años estemos fuera, siempre tenemos una necesidad de saber qué está pasando”, explica la connacional.

En enero de 2009 fue trasladada a Londres, donde trabaja como Gerente de desarrollo de marketing en Europa.

En octubre pasado ganó el premio de Logros Destacados en Ventas y Mercadeo de Europa, Medio Oriente y África. “Me siento orgullosa de haber tenido un poco de impacto en esta área de nuestra compañía", dice, lo cual le dio más motivación para seguir colaborando con la empresa, donde ha aprendido tanto y que le ha permitido viajar por Europa y América Latina, algo que le gustó desde siempre. “Desde pequeña me encantaba subirme a los aviones” recordó.