Familiares y amigos de las víctimas colocaban fotografías de sus seres queridos en zonas aledañas a las torres gemelas en espera de obtener alguna respuesta favorable. Cadenas de oración se realizaron a nivel mundial, mientras que el Papa Juan Pablo II condenó de manera contundente el infame crimen.

Cada 11 de septiembre, miles de estadounidenses se reúnen en la denominada zona cero, donde se alzaban las torres gemelas y otros edificios, para recordar mediante un acto simbólico la memoria de las personas que fallecieron en los atentados.