Recordemos

En este 10.º aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, recordemos que en esa fecha se produjo no solo un ataque en contra de Estados Unidos, sino que un ataque en contra del mundo y la humanidad y las esperanzas que compartimos.


Por el presidente Barack Obama

Recordemos con gratitud cómo hace diez años el mundo manifestó su unidad. En todo el planeta, ciudades enteras se paralizaron en momentos de silencio. La gente ofreció sus oraciones en iglesias, mezquitas, sinagogas y otros lugares de culto.

El pueblo estadounidense nunca olvidará cómo la gente en todos los rincones del mundo se solidarizó con nosotros en vigilias con velas y dejaron mares de flores delante de nuestras embajadas.

Recordemos que en las semanas después del 11 de septiembre actuamos como comunidad internacional.

Sin embargo, los años posteriores fueron difíciles y el espíritu de la alianza mundial que sentimos tras aquel día se desgastó. Como presidente, he dirigido mis esfuerzos para renovar la cooperación global que necesitamos para responder a la amplia gama de retos que afrontamos. Por medio de una nueva era de participación hemos establecido alianzas con países y personas basadas en intereses compartidos y respeto mutuo.

Actuando como una comunidad internacional, hemos demostrado que los terroristas no son rival para la fortaleza y resistencia de nuestros ciudadanos. Con nuestros aliados y socios, nos hemos unido contra los terroristas, que han atacado docenas de países y han matado a decenas de miles de hombres, mujeres y niños inocentes.

Esta semana, recordamos a todas las víctimas del terrorismo así como el valor y la resistencia con que sus familias y conciudadanos han perseverado. Está claro que los extremistas violentos se están quedando atrás y que el futuro pertenece a aquellos que desean construir y no destruir.

A los países y a las personas que desean un futuro de paz y prosperidad, quiero decir que tienen un aliado en Estados Unidos. Aunque nos enfrentamos a desafíos económicos internos, Estados Unidos continuará desempeñando un papel de liderazgo en el mundo. Defenderemos la dignidad y los derechos universales de todos los seres humanos.

En todo el mundo, continuaremos el arduo trabajo de intentar lograr la paz, fomentaremos el desarrollo que saca a la gente de la pobreza, y contribuiremos para hacer avanzar la seguridad alimentaria, la salud y el buen gobierno que impulse el potencial de las sociedades y su pueblo.

Al mismo tiempo, nos hemos comprometido nuevamente al ejercicio de nuestros valores en nuestro país. Como un país de inmigrantes, Estados Unidos recibe a personas de todas las naciones y culturas. Estos nuevos estadounidenses, como las víctimas inocentes que perdimos hace diez años, nos recuerdan que a pesar de las diferencias de raza u origen étnico, antecedentes o creencias, a todos nos une la esperanza común de que podemos hacer que el mundo sea un lugar mejor para esta generación y las venideras.

Este debe ser el legado de aquellos que perdimos.

Aquellos que nos atacaron el 11 de septiembre querían crear divisiones entre Estados Unidos y el mundo. Fracasaron. En este 10.º aniversario, nos sumamos a nuestros amigos y aliados para recordar a todos aquellos que hemos perdido. En honor de su memoria, reiteramos el espíritu de alianza y respeto mutuo que necesitamos para hacer realidad un mundo en el que todas las personas vivan con dignidad, libertad y paz.

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