Dicen que el tiempo lo cura todo. Si le preguntamos a Sandra del Carmen Rivas si ella cree que ese dicho es verdad, no dudará en decir que no. A una década de haber perdido a su pequeña, todavía llora cuando la recuerda. Joselyn Arély Arévalo Rivas, como se llamaba su hija, ahora tendría 13 años, si no hubiera muerto aquel día de febrero.

Para Sandra, la ausencia de su hija ha sido un duro golpe de la vida, del cual no ha podido sobreponerse.

Su casa estaba en el barrio San Miguelito del municipio de Verapaz, en San Vicente, muy cerca de una quebrada.

Esta mujer recuerda que justo antes que ocurriera el sismo, Joselyn quería ir al baño, que no era más que una fosa séptica ubicada en la parte posterior de la casa. Sandra la acompañó pero, en cuestión de segundos y sin tener tiempo para reaccionar, la pequeña de tres años había quedado soterrada entre las paredes, cerca de la fosa séptica.

También quedaron bajo los escombros los demás miembros de la familia Arévalo Rivas, incluyéndola a ella y al padre de la niña, René Arévalo. Él recuerda con tristeza haber luchado con todas sus fuerzas para salir de los restos de su casa, que quedó devastada por completo, para rescatar a su hija. Sandra también logró salir de entre los pedazos de paredes desmoronadas.

Vecinos del lugar lo ayudaron a sacar a la niña de los escombros. Corrieron con ella al Hospital de San Vicente. Ya nada se podía hacer por la menor.

Once personas fallecieron en este municipio a causa del sismo, cinco de ellos menores edad. Joselyn fue una de estas víctimas.

Sandra dedica su vida a vender comida rápida cerca del parque central de Verapaz. Los años posteriores a la pérdida de su hija no han sido menos que difíciles.

Dicen que recordar es volver a vivir. Si le preguntamos a Sandra si ella cree que ese dicho es verdad, no dudará en decir que sí. Recordar, sin embargo, no es siempre un ejercicio feliz.

Hoy en día, la familia Arévalo Rivas vive en la Colonia Salamanca, un asentamiento construido precisamente para apoyar con una solución habitacional a las familias afectadas por la tragedia.

Este proyecto, impulsado por la alcaldía de Verapaz, se desarrolló en coordinación con la Cooperación Española. El Viceministerio de Vivienda y la comuna donaron el terreno, mientras que los gastos de la construcción corrieron por cuenta de España.

Carmen Cecilia López, ex sindica de en la alcaldía de Verapaz durante el período 2000-2003, explicó que la adjudicación de los lotes en esta colonia se realizó a través de sorteos para determinar la ubicación de las familias.

Los damnificados tuvieron que vivir aproximadamente un año en estructuras provisionales, mientras les eran entregadas las viviendas. Los beneficiarios fueron familias que residían en zonas de alto riesgo, áreas rurales y cerca de ríos.

Dos años pasaron antes de que estos núcleos familiares recibieran los documentos que los acreditaban como propietarios del inmueble.