Salud de pontífice es “muy grave” y cercano a la muerte
Roma y el Vaticano esperan con dolor el desenlace clínico del Papa.
El papa Juan Pablo II está “consciente” y “sereno”, pero su estado sigue siendo crítico, informó hoy el Vaticano, en medio de la consternación mundial ante la perspectiva de que uno de los pontificados más largos y azarosos de la historia de la Iglesia católica se acerca a su fin.
“El Papa está completamente consciente, lúcido y yo diría que sereno”, aseguró el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro-Valls, al informar a la prensa del estado clínico del pontífice, de 84 años.
“La situación no ha cambiado, pero sigue siendo muy grave. La presión arterial es inestable”, agregó un Navarro-Valls visiblemente emocionado.
El portavoz explicó que el Sumo Pontífice recibió a una serie de estrechos colaboradores en el transcurso de la mañana, entre ellos el cardenal de la curia Joseph Ratzinger, así como el italiano Camillo Ruini, vicario general de Roma y uno de los hombres más cercanos al Juan Pablo II.
El Papa ayudó a celebrar esta mañana una misa desde su cama en sus habitaciones privadas del Vaticano y pidió que le fueran leídos unos extractos de la Biblia, aseguró Navarro-Valls.
El vocero también desmintió rotundamente informaciones previas acerca de que el Papa estaba en coma y aseguró que el mismo Juan Pablo II había insistido en permanecer en el Vaticano en vez de ser trasladado a un hospital. Un equipo médico en el que se cuenta su doctor personal, Renato Buzzonetti, sigue atentamente su evolución.
La pasada noche se le dio la extremaunción y los cardenales empezaron a llegar a Roma, mientras un número cada vez mayor de prelados comenzaban a hablar abiertametne del fin del potificado de Juan Pablo II.
El cardenal polaco Andrzej Maria Deskur, amigo íntimo del Pontífice, dijo que el jefe de la Iglesia católica se “apaga serenamente”, mientras que el cardenal Ruini y el de Milán, Dionigi Tettamanzi, dos posibles sucesores del Papa, pidieron a los italianos que rezaran por Juan Pablo II en las misas especiales que se realizaron durante todo el día.
Políticos italianos cancelaron los mítines electorales previos a las elecciones regionales de este fin de semana en señal de respeto a Papa, mientras cientos de romanos se juntaron en la Plaza de San Pedro para rezar por el Sumo Pontífice.
Millones de católicos entretanto participaron en misas especiales en todo el mundo.
Muchos de los habitantes de la ciudad natal de Juan Pablo II, la polaca Wadowice, no fueron hoy a trabajar y, a cambio, acudieron a las iglesias a rezar o siguieron las noticias por televisión, dijo la alcadesa, Ewa Filipiak.
Un grupo de escolares y profesores se acercaron al mediodía a rezar (local) a la basílica de la Virgen María del Perpetuo Socorro, donde Juan Pablo II fue bautizado y recibió la primera comunión. La iglesia permanecerá abierta toda la noche, dijo Filipiak. El obispo de Zagreb, cardenal Jospi Bozanic, celebró además este mediodía una misa en Wadowice.
Mientras en Cracovia, la ciudad donde Juan Pablo II fue obispo, cientos de personas, en su mayoría jóvenes, se congregaron bajo la ventana del palacio del obispado en la que el Papa solía hablar a los fieles durante sus visitas a Polonia. Bajo dicha ventana fueron colocadas además flores primaverales, mientras que en la plaza reinaba un pesado silencio a la espera de noticias sobre el estado de salud del pontífice.
También en la católica España, la secular Francia y hasta en la lejana India se sucedieron los rezos por el Papa.
Entre los que siguen preocupados la evolución de Karol Wojtyla está Mehmet Ali Agca, el ciudadano de origen turco que disparó contra el Papa en la Plaza de San Pedro en 1981.
Juan Pablo II fue ingresado dos veces en la clínica Gemelli de Roma el pasado febrero, tras sufrir crisis respiratorias que se agravaron debido al mal de Parkinson que sufre el Papa desde hace años. Incluso tuvo que ser sometido a una traqueotomía para facilitar su respiración.
Su mal estado de salud le obligó a perderse este año los ritos por la Semana Santa y sólo pudo impartir una bendición silenciosa durante una breve aparición el domingo de Pascua.
Su pontificado, de 26 años, no sólo ha sido el tercero más largo en la historia de la Iglesia católica, sino también uno de los más llenos de acontecimientos. El Papa más viajero de la historia tuvo un papel clave en la caída del comunismo en la Europa del este y en el establecimiento de lazos más estrechos con musulmanes y judíos.