La devoción por la Virgen de la Paz

Miles de fieles demostraron su devoción a la Virgen de la Paz el lunes en la noche, día celebrado en su honor.

Liliana Fuentes Monroy

Miles de personas se congregaron el lunes en las principales calles del recorrido de la imagen de la Virgen de la Paz, en San Miguel, unos para ver a la Patrona de El Salvador, otros la acompañaron durante toda la procesión, para cumplir sus promesas. A las 4:15 de la tarde la imagen, cargada por militares, fue colocada sobre la carroza de flores, se encendieron las luces y cientos de peregrinos que ya dos cuadras adelante habían iniciado el recorrido fueron los primeros en comenzar la jornada.

 

La banda de paz del Liceo San Miguel entonó el himno de la Virgen de la Paz, a quien el lunes la Iglesia católica le celebró 90 años de su coronación pontificia y 224 del milagro que se le atribuye de detener la lava volcánica que amenazaba con sepultar la ciudad.

 

Hombres con muletas, niños en sillas de ruedas, personas de la tercera edad, niños, jóvenes peregrinaron por cuatro horas consecutivas, cantando y rezando, o sencillamente ofreciendo su peregrinar.

 

Pero no todos eran feligreses, en el tumulto de la larga procesión las carretillas empujadas por niños que vendían agua fueron la constante, entre las avemarías se mezclaban los “vaya los turrones con chile y limón”, “las empiñadaaas”, lo cual era contrarrestado con el sonido móvil que en varios puntos de la procesión fue colocado para que nadie se perdiera de reflexionar.

 

Eras las 8:30 de la noche cuando la Virgen de la Paz llegó de regreso a catedral. Fue colocada en su altar ante el aplauso de los peregrinos.