Luis Guerra lleva más de 50 años diseñando y confeccionando los vestidos que lleva la Patrona de los migueleños, la Virgen de la Paz, y asegura que continuará haciéndolo hasta que ella se lo permita.
Ángela Medina
A sus 84 años de edad, Luis Guerra continúa una tradición que ya le ha tomado medio siglo de su vida: confeccionar la vestimenta que luce la Virgen de La Paz, patrona de San Miguel y segunda patrona de El Salvador, durante las celebraciones de las fiestas en su honor.
Don Luis es reconocido en la ciudad por su talento en la sastrería y bordado, mismo que heredó de sus padres, quienes le inculcaron esta pasión.
En el pequeño taller ubicado en su casa, don Luis atesora sus pequeñas máquinas de coser que utiliza para crear los coloridos y espectaculares vestidos que porta la Virgen de La Paz. Cada uno de esos vestuarios cuenta con una historia particular, según cuenta este carismático artista del bordado.
“Las personas me buscan para que confeccione el vestido de acuerdo al milagro que la Virgen les ha hecho. Durante muchos años he escuchado esos testimonios y en agradecimiento me buscan y me piden que vista a nuestra Patrona”, dice don Luis, mientras observa el vestido que llevará la Virgen en estas fiestas 2001, en el que predominan los colores blanco y dorado.
Don Luis asegura que muchos devotos le han comentado que algunos de los milagros que la Virgen les ha realizado están relacionados a sanidad, unión familiar, trabajo, reencuentros con personas perdidas y muchos otros.
Cada uno de los vestidos que la Virgen ha portado lleva bordado el nombre de la persona que decide- en agradecimiento- vestir a la Virgen de La Paz y don Luis es el encargado de hacerlo.
Toda una historia
Don Luis inició en la sastrería a temprana edad, cuando aún estudiaba sus primeros años de escuela.
Asegura que se encargaba de realizar dibujos y trajes para sus compañeros que lucían en actividades.
Ya en su juventud, perfeccionó sus técnicas de bordado al grado que confeccionó vestimenta para familias de la alta sociedad en San Miguel.
Pero fue en 1956 cuando hizo el primer vestido para la Virgen de La Paz , que fue encargado por un sacerdote de la época. Desde esa fecha, los fieles católicos lo buscan para que diseñe los vestidos.
“Yo no he hecho nada para merecer esto. Todo es gracias a la Virgen. Ella es la que ha hecho todo esto, yo no tengo méritos”, afirma entre risas don Luis.