El 2011 estuvo marcado por el recrudecimiento de la violencia en México, derivada de la lucha que sostienen los cárteles del narcotráfico que operan en dicho país y que han extendido sus movimientos hacia Centroamérica.
El Cártel de Sinaloa y Los Zetas son dos de los mayores grupos de narcotráfico y tiene presencia en casi todo el todo el territorio mexicano. Hace algunos meses se detectó también su presencia en Centroamérica.
Los Zetas están encabezados por desertores de fuerzas especiales del ejército mexicano y les interesa garantizarse un control del territorio donde mueven la droga, así como de las actividades criminales.
El cártel de Sinaloa, otro de los grupos organizados que dominan México, está bajo el control de Joaquín "El Chapo"Guzmán.
Una serie de masacres ocurrieron en este año y fueron atribuidas a cárteles como los Zetas. El 8 de enero fueron encontrados 15 cadáveres decapitados en Acapulco.
El 6 de abril, las autoridades mexicanas localizaron más de 193 cadáveres al interior de 40 fosas clandestinas, cerca de San Fernando, en Tamaulipas. En el estado de Durango se encontraron casi 300 cadáveres en otros cementerios clandestinos.
El 25 de agosto, 52 personas fallecieron en un incendio ocurrido al interior de un casino, en una zona exclusiva de la ciudad de Monterrey. El hecho fue atribuido al cártel de Los Zetas. Varios pistoleros ingresaron al lugar, vaciaron gasolina y prendieron fuego.
Las autoridades capturaron a 15 supuestos autores del hecho criminal que sorprendió y llenó de luto a los mexicanos, entre ellos Carlos Oliva Castillo, autor del atentado y número tres de Los Zetas. (foto de Oliva).
También se atribuyó al crimen organizado el asesinato y posterior hallazgo de los cuerpos de 35 personas, que fueron encontrados en dos camionetas, bajo un puente en la zona metropolitana de Veracruz, el pasado 20 de septiembre.
El 6 de octubre, las autoridades localizaron 32 cadáveres más, nuevamente en Veracruz, durante un operativo, en el que también lograron la detención de 12 miembros del denominado grupo "Matazetas". El 25 de diciembre, militares hallaron 13 cadáveres en la parte trasera de un camión en el estado de Tamaulipas (noreste de México).
El 23 de noviembre fueron localizados 17 cadáveres calcinados en dos puntos diferentes de Culiacán. Un día después se encontraron 26 cuerpos que habían sido arrojados en una carretera de Guadalajara.
El 27 de diciembre, las autoridades localizaron los cuerpos calcinados de tres jóvenes dentro de la cajuela de un auto quemado en el estado occidental de Michoacán.
El ejército mexicano decomisó, el 18 de noviembre, $15.3 millones al cártel de Sinaloa, en un inusual golpe financiero al grupo criminal. El dinero fue encontrado en un vehículo en la ciudad fronteriza de Tijuana.
Esta incautación fue, según el Gobierno, la segunda más importante realizada por el ejército durante el actual mandato del presidente Felipe Calderón, que inicio en 2006. Además del dinero, durante el año se decomisó una importante cantidad de químicos para elaborar drogas sintéticas.
El 22 de diciembre, 16 personas perdieron la vida en un ataque armado contra tres autobuses, en una carretera de Veracruz, en el hecho fallecieron 11 pasajeros y cinco delincuentes.
Este es el primer ataque de tal magnitud en dicha región. El ataque ocurrió un día después que el gobierno estatal decretara la desaparición de la Policía en el Puerto de Veracruz y Boca del Río para encargar temporalmente la vigilancia a la Marina.
El 23 de diciembre, el ejército logró la captura de Felipe "el Inge" Cabrera Saravia, uno de los hombres cercanos al principal líder del cártel de Sinaloa, Joaquín "el Chapo"Guzmán. Cabrera era una pieza clave en el trasiego de droga del grupo organizado.
El ejército aseguró que era el responsable de la seguridad personal de Guzmán, quien es uno de los más buscados por autoridades de México y Estados Unidos, y ha logrado evadir a la justicia desde que en 2001 escapó de una prisión de alta seguridad.
Este año se logró la captura de varios integrantes de los cárteles, como Marcos Carmona Hernández, un supuesto líder de Los Zetas en Oaxaca; Raúl Hernández Lechuga, también de Los Zetas; Edgar Valdéz Villarreal (conocido como la Barbie), del cártel de Acapulco; y Rosales Magaña del cártel de La Familia.
La violencia atribuida al crimen organizado ha dejado más de 40,000 personas asesinadas desde 2006. Se estima que al menos 1,000 toneladas de cocaína cruzan anualmente Centroamérica por tierra y mar, sin que sean detectadas por las autoridades.
En Centroamérica, los encargados de la justicia investigan los posibles nexos entre los grupos ilícitos mexicanos y las bandas delincuenciales locales.