Calles cerradas, barreras… Los preparativos para la gran noche de los Oscar incluyen altas medidas de seguridad. Solo algunos afortunados podrán ver a las estrellas desde las tribunas.
Fama/Agencia
Muchos turistas con ganas de experimentar los preparativos de la velada más glamorosa del año entienden las elevadas medidas de seguridad como necesarias, a fin de proteger a los famosos de fans desatados, acosadores o terroristas que busquen salir en los titulares.
“Incluso una semana antes hay tanta seguridad. Es interesante verlo”, dijo a ABC News un turista texano. Dentro del perímetro de seguridad, los trabajadores llevan días a toda prisa para desplegar la alfombra roja y cubrirla con una lona impermeable, de forma que esté perfecta para la gran noche. Otros se encargan de colocar pantallas gigantes, señales, luces y reproducciones a gran tamaño de los Oscar.
Este domingo 26, centenares de curiosos se acercarán en las barreras de seguridad en busca de atisbar a sus ídolos. “Pasa una y otra vez. La gente intenta colarse”, cuenta un guardia de seguridad.
Pero esa noche la seguridad se intensifica e incluso estrellas como Brad Pitt, Angelina Jolie y George Clooney tendrán que enseñar sus carnés de identidad para poder entrar a la “fortaleza” del cine. El candidato a Oscar por “The Descendants” ya sabe lo que eso significa: hace años dejó el carné en casa y tuvo que enviar a su asistente por él.
Los más de 1,500 periodistas de todo el mundo que cubren la velada tendrán que atenerse a las estrictas normas: pueden ser expulsados de la ceremonia de los Oscar por tomar una fotografía en el lugar equivocado o por atreverse a aparecer en el “backstage” vestidos con ropa informal, como jeans.
Todo ello sin olvidar el halo de seguridad en torno a los triunfadores de la noche. Se calcula que los empleados de la consultora PricewaterhouseCoopers emplearán unas 1,700 horas en las oficinas de la compañía, en Los Ángeles, contando los votos.