Nueve son las candidatas a la mejor película en la 84 edición de los premios Oscar, pero dos títulos figuran en la cresta de la ola: la francesa “The Artist”, que ya ha recogido una ristra de premios, y “Hugo”, la película de Martin Scorsese que parte con el mayor número de nominaciones para la gran noche del cine.
A continuación las nominadas: “THE ARTIST” Ni en sus mejores ilusiones Michel Hazanavicius (París, 1967) habría soñado el éxito que está conquistando con una película muda y en blanco y negro.
Hazanavicius, que debutó en 1999 con “Mes Amis”, se hizo conocido en Francia parodiando el cine de espías con las comedias “OSS 117: El Cairo, nido de espías” (20006) y “OSS 117: Perdido en Río” (2009), protagonizadas por Jean Dujardin, quien ahora da vida a un galán del primer Hollywood, George Valentin, que pierde su encanto con la llegada de los “talkies”, el cine sonoro.
La encargada de darle la réplica es la esposa del director, la actriz franco-argentina Bérénice Bejo. Esta película, toda una declaración de amor al cine, ha encandilado a público y crítica.
Sorprendió en su estreno en Cannes, donde Dujardin se llevó el premio al mejor actor, y desde entonces ha ido de sorpresa en sorpresa tras alzarse con el Golden Globe y el BAFTA a la mejor película, entre muchos otros galardones.
“HUGO” Y si se trata de homenajes, Martin Scorsese rinde un tributo al pionero del cine Georges Méliès (11861-1938) con su primera película rodada en 3D: “Hugo”.
Esta historia de un niño huérfano de París, que conoce al mago e ilusionista Méliès, transmite ese poder del cine de capturar los sueños que tan bien supo reflejar el artista francés en aquellas películas.
Basada en la novela de Brian Selznick, “Hugo” es la menos violenta de todas las películas del autor de “Taxi Driver”, “Raging Bull”, “Goodfellas” o “Gangs of New York”, que a pesar de haber estado nominado en numerosas ocasiones consiguió su primer Oscar como director en 2007 con “The Departed”.
“Hugo” otorga a Scorsese (Nueva York, 1942), que en su juventud se planteó ser cura, la posibilidad de levantar su segundo Oscar a la mejor película.
“THE DESCENDANTS” Otro de los títulos que suenan fuerte para convertirse en la indiscutible triunfadora de la noche es “The Descendants”, el drama que firma Alexander Payne, quien ha proporcionado a George Clooney uno de los papeles más aclamados de su carrera esquivando su imponente faceta de galán.
Clooney encarna a un abogado acomodado y responsable cuya vida se desmorona cuando de repente tiene que hacerse cargo de una hija pequeña y otra adolescente después de que su esposa, un espíritu libre y aventurero, caiga en coma, y se entere de que le era infiel.
Payne narra todo este drama con humor y respetando el ambiente en el que se desarrolla la novela de Kaui Hart Hemmins en la que se basa la película: Hawai, ese lugar que todo el mundo identifica como paraíso, pero donde la vida transcurre con los mismos altibajos que en otras latitudes del planeta. Payne (Nebraska, 1961), que habla español con fluidez (es licenciado en Historia y Filología hispánica por la prestigiosa universidad de Stanford), ha conseguido con apenas un puñado de películas estar con casi todas nominado a los Oscar, estatuilla que ya recogió por el mejor guión adaptado con “Sideways” (2004).
“MIDNIGHT IN PARIS” Al igual que Payne, que mantiene las distancias con los grandes estudios, Woody Allen vuelve a la categoría reina de Hollywood con “Mignight in Paris”, una comedia que reúne en una mezcla especialmente acertada los ingredientes que marcan su obra: un hombre en plena crisis de mediana edad y la ilusión de una historia de amor romántica.
Pero en esta ocasión el director se deja llevar por el embrujo de la vida parisina en los años 20 y hace viajar al protagonista (Owen Wilson) entre pasado y presente, conociendo la vida bohemia de los artistas como Picasso, Gertrude Stein o Ernest Hemingway, que agrandaron la leyenda de la capital francesa.
Allen (Nueva York, 1935) tiene una larga lista de nominaciones (casi siempre como director y guionista) a los Oscar, estatuilla que recogió en tres ocasiones. Esta es una de las raras veces en las que aspira al trofeo como mejor película.
“MONEYBALL” Pocos conocían a Bennet Miller hasta que se saltó a la fama con su primera película de ficción, “Capote”, la cinta consiguió cinco nominaciones a los Oscar y por la que el actor Philip Seymour Hoffman se llevó la estatuilla como mejor protagonista por su interpretación del escritor norteamericano. Ahora, con su segunda película, “Moneyball” ha conseguido de nuevo entusiasmar a la Academia de Hollywood hasta el punto de que opta a seis estatuillas.
Y Miller (Nueva York, 1966) repite hazaña hace con una historia de un tipo corriente, un entrenador de béisbol (Brad Pitt) que consigue sacar adelante su equipo con métodos nada corrientes.
La historia, basada en la novela de Michael Lewis (“Moneyball: The Art of Winning an Unfair Game”) ha arrastrado a los cines incluso a los que no son amantes de este tipo de deporte y en parte ello no sólo se debe al tirón del protagonista, Pitt, que opta a un Oscar encarnando a un entrenador, sino también al guión, que cuenta con dos de las plumas más cotizadas: Aaron Sorkin (“La red social”) y Steven Zaillan (“La lista de Schindler”).