En el marco de la semana del Oscar, se consultó a tres críticos: el español Jaime Pena, el argentino Leonardo D’Espósito y el chileno Leopoldo Muñoz, quienes aclararon muchas dudas, la principal es ¿para qué sirve un Oscar?
Escrito por Fama/DPA
¿Cuáles son los criterios para nominar a los actores y a las actrices?
Según Leonardo D’Espósito, jefe de espectáculos del diario BAE, el criterio es difuso pero incluye la corrección política (pertenecer a una minoría o interpretar a alguien con algún impedimento) y la confusión entre interpretación e imitación. “Es raro que un actor haciendo de persona normal (un trabajo dificilísimo) se gane algo. No por nada los favoritos este año son Meryl Streep por imitar a Margaret Thatcher y George Clooney por hacer de galán sufrido”, apunta, “uno de los mejores trabajos es el de Brad Pitt en ‘Moneyball’, pero hace de tipo común. Seguro pierde”.
¿A quiénes perjudican los Oscar (si es que perjudican a alguien)?
Para Leopoldo Muñoz, el gran perdedor de los Oscar es el público, que al preferir las películas premiadas por la academia mantiene el círculo vicioso que anula la diversidad de filmes que se estrenan en la región. “El Oscar es un engranaje esencial para la distribución de películas estadounidenses. La importancia que le asignan las audiencias del resto del mundo es un disparo en el pie para descubrir la propia u otras cinematografías”, asegura. Para el español Jaime Pena, en cambio, no perjudican a nadie, aunque no benefician a películas como “J. Edgar” de Clint Eastwood o “Shame” de Steve McQueen, que no fueron nominadas, “al haber estado su lanzamiento en buena medida condicionado por la temporada de premios, quedarse en las puertas del Oscar limita su carrera comercial”. Por otra parte, también hay quienes creen que el Oscar no favorece mucho a ciertos artistas y mencionan la desaparición de Colin Firth del panorama del cine, pero cabe recordar que él dijo después del Oscar -en una entrevista para ABC– que deseaba descansar. “Pienso ponerme a cocinar muchísimo”, aseguró.
¿Cuál es la contribución del Oscar a la supremacía del cine hollywoodense?
“Las películas que acaparan pantallas no son las que acaparan menciones, salvo excepciones como ‘Avatar’, ‘El señor de los anillos’ o las animaciones de Pixar. ¿Cuántas nominaciones tiene “Transformers” o “Harry Potter”?”, plantea D’Espósito. Pena coincide: “Hollywood no depende económicamente de los Oscar. Forman parte de su andamiaje, pero no son un elemento básico”. Recordemos que la mayoría de películas que llenan las salas de cines no suelen estar nominadas al Oscar. Filmes como los basados en cómics no forman parte de los Oscar.
¿Cuál es la legitimidad de los Oscar?
“El Oscar tiene la legitimidad que puede tener cualquier premio que es otorgado por los propios colegas, en los que la crítica se anula y las palmadas en la espalda son la habitual moneda de cambio”, dice el chileno Leopoldo Muñoz, crítico del diario Las Últimas Noticias, de la revista Mabuse y de CNN Chile. Para el español Jaime Pena, de la revista Caimán. Cuadernos de Cine, no conviene sobrevalorar los Oscar, pero tampoco despreciarlos con base en sus presuntas injusticias: “Los Oscar son un síntoma de por dónde van los gustos de Hollywood, no un dogma de fe”. La semana de los Oscar proporciona las armas para que los críticos se abran.
¿Para qué sirve un Oscar?
Los críticos coinciden en que el Oscar es una marca de prestigio que permite a la película aumentar su recaudación, mientras que para los profesionales significa mejor cotización, aunque con matices. “La mayoría de quienes trabajan seguido en la industria no depende de haber ganado un Oscar. Por ejemplo, Tim Burton, Brad Pitt y Tom Cruise”, afirma D’Espósito, “lo que provee el Oscar, en todo caso, es una mayor libertad de elección”. Para Pena, su función es promocionar no tanto al ganador como al conjunto de películas nominadas; “de hecho, una vez entregados los premios, el margen de ganancia de las películas suele ser mínimo”.