EL BEATO
ÓSCAR ARNULFO

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SUS HOMILÍAS

Romero fue arzobispo de San Salvador desde el 3 de febrero de 1977 hasta el día de su asesinato, el 24 de marzo de 1980. Desde el púlpito de catedral, monseñor se pronunció con dureza ante las injusticias, contra la represión del régimen de turno, contra la violencia entre hermanos.


"Es necesario, que si de verdad queremos ser cristianos, captemos y tratemos de vivir todo lo que Cristo nos ha querido decir al convocarnos a este Reino. Os llamo para esto: No quiero un Evangelio mistificado, no quiero unos cristianos acomodaticios"

1978

"Solamente es libre el que no le tiene miedo a las cosas de la tierra, porque sólo tiene un temor: Perder la amistad de Dios. Y conservar esa amistad de Dios es su tesoro único. Le salen sobrando todas las otras amistades cuando Dios les dice: Tú eres mi amigo, tú eres mi hijo, tú estás destinado, como coheredero con Cristo, para poseer mi Reino, mi felicidad"

1978

"No tengamos miedo, hermanos, vivimos unas horas de difíciles vicisitudes. No sabemos si esta misma tarde estaremos presos o matados. No sabemos qué van a hacer con nosotros las fuerzas del mal. Pero una cosa si sé, que aún a los desaparecidos, aún aquellos que son llorados en el misterio de un secuestro, Dios los conoce y los ama. Y si Dios permite esas desapariciones no es que porque él sea impotente. Él me ama, él sigue amando, él ama también nuestra historia y sabe por dónde van a salir los caminos de redención de nuestra Patria"

1978

"Así también, hermanos, no nos gloriemos de venir a la Iglesia, de ser cristianos, porque pensemos que fuera de los límites del cristianismo hay muchos hombres que tal vez adoran falsos dioses; pero con una conciencia tan moral y tan limpia que no hay duda que Cristo los está salvando"

1978

"¿Me salvaré o me condenaré? No cavilemos tanto en eso, tratemos más bien de conocer mucho a Jesucristo y de pertenecer íntimamente a su Iglesia. Y en vez de combatirla, tratar de comprender sus lógicas consecuencias dolorosas; y no queramos hacer un cristianismo a nuestro gusto, no queramos domesticar el Evangelio; sino que nosotros domestiquémonos al Evangelio y tratemos de seguir al Cristo auténtico, si de veras queremos ser salvos"

1978

"Yo no quiero ser una oposición como se me dijo esta semana. Quiero ser simplemente una afirmación. Cuando un hombre dice sí a una convicción suya no está confrontándose, simplemente está afirmándose y naturalmente que hay otros que no piensan como él y entonces viene la confrontación, pero no porque uno tenga intención de buscarla"

1978

"Cuanto mal hacen en esta hora, los pastores y los católicos cerrados. Los que creen que no hay más verdad que la que ellos tienen. Se olvidan de que nadie es dueño de la verdad. Sólo Dios es la verdad"

1978

"Y por eso naturalmente que los ídolos de la tierra y las idolatrías de la tierra sienten un estorbo en esta palabra y les interesaría mucho que la destituyeran, que la callaran, que la mataran. Suceda lo que Dios quiere, pero su palabra -decía San Pablo- no está amarrada. Habrá profetas, sacerdotes o laicos -ya los hay abundantemente- que van comprendiendo lo que Dios quiere por su palabra y para nuestro pueblo"

1978

"Yo no soy técnico ni en sociología, ni en política, ni en organización, simplemente un humilde pastor que le está diciendo a los que tienen la técnica: Únanse, pongan al servicio de este pueblo, todo lo que ustedes saben, no se encierren, aporten. Entonces sí, se practicará el derecho, se hará la justicia"

1978

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"Porque me decía un pobrecito una frase que no se les va a olvidar a ustedes, como no se me olvida a mí: 'Es que la ley, Monseñor, es como la culebra, sólo pica a los que andamos descalzos'"

1978