Luego de dos meses desde que 8,000 migrantes cubanos se quedaron varados en Costa Rica, tras el cierre de la frontera nicaragüese a finales de 2015, por motivos de “seguridad”, un grupo de 180 personas salió de ese país la madrugada del 12 de enero desde el aeropuerto de Liberia para reanudar su ruta migratoria hacia Estados Unidos, a través de Centroamérica y México, en un operativo especial que involucró a Guatemala y El Salvador.
Al llegar a El Salvador, abordaron cuatro buses que los llevaron hasta la frontera La Hachadura rumbo a Guatemala y luego hacia México. En este último país, los migrantes debieron buscar por sí mismos la forma de llegar a Estados Unidos, donde esperaban aprovechar las ventajas migratorias que les otorga la Ley de Ajuste Cubano,vigente desde 1966.
Sin embargo, el problema no cesó y, el 16 de abril, ya había otros 3,500 cubanos varados en Panamá. Pese al problema, en agosto, Estados Unidos reiteró su política migratoria hacia Cuba, que los privilegia si llegan al territorio estadounidense vía terrestre y los devuelve a la isla si los interceptan en el mar.