Operación Jaque, golpe sin precedentes a pandilla
La noche del 28 de julio y la madrugada del 29, la Fiscalía General de la República (FGR) ejecutó en todo el país un operativo sin precedentes contra la Mara Salvatrucha (MS-13), considerada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, desde 2012, como “Organización Criminal Trasnacional (TCO)”. El operativo recibió el nombre de “Operación Jaque”.
El objetivo era desestabilizar las finanzas del grupo pandilleril, generando una crisis interna que dejara sin recursos a sus cabecillas y miembros criminales para conseguir más armas, vehículos e inmuebles para cometer ilícitos.
En su momento, el fiscal general de la República, Douglas Meléndez, explicó que las investigaciones para llevar a cabo la Operación Jaque iniciaron ocho meses antes de dar el golpe, en coordinación con un grupo de fiscales e investigadores policiales que fueron designados para esta tarea. A este grupo de operativos judiciales se le denominó “Los 300”.
Las investigaciones de “Los 300” derivaron en la ubicación de un grupo de cabecillas principales de la MS-13, denominados “La Federación”, la cual se conformaba por algunos de los miembros de pandillas que participaron en las negociaciones de la tregua, durante la administración del expresidente Mauricio Funes. Una vez rastreados los cabecillas, la Operación Jaque localizó las fuentes de financiamiento, grupos de inversionistas, “testaferros” y todo aquel que participaba en la subvención económica de las pandillas. Tras el golpe operativo, se reportaron tres cabecillas prófugos, quienes fueron recapturados meses después.
En cuanto a bienes, la Fiscalía allanó un total de 157 moteles, bares, casas de citas, restaurantes y otros inmuebles que los cabecillas de la MS-13 habían comprado o arrendado para instalar jugosos negocios. Durante los allanamientos, realizados en 11 departamentos del país, la Policía Nacional Civil (PNC) incautó 25 autobuses de las rutas 4 y 6, además 54 vehículos tipo sedán y camionetas, un camión cisterna y 34 cabezales. También incautó 11 armas de distintos calibres e hizo anotaciones preventivas de 161 vehículos. Asimismo incautó 10 porciones de marihuana y cocaína, 17 celulares y $30,503 en efectivo.
También, el fiscal detalló que inmovilizaron 34 cuentas bancarias, aunque no detalló el monto total al que ascendían esas cuentas. Todo ese dinero y lo invertido en los inmuebles y negocios fue obtenido por la pandilla con las extorsiones, el tráfico de armas, tráfico de drogas e importación ilegal de vehículos.
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