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Perseverancia y oración
hasta el final Semanas de agonía en el mundo mundo@laprensa.com.sv Karol Wojtyla vivió sus últimos meses en medio de intervenciones médicas y sufrimiento al no oficiar celebraciones de Semana Santa. |
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El 1.º de febrero de 2005, Juan Pablo II ingresó por primera vez en el año al Policlínico Gemelli de Roma por una inflamación de la garganta. El Sumo Pontífice padecía de dificultades para respirar debido a una gripe. En enero contrajo un proceso gripal que desencadenó en febrero en una laringotraqueitis aguda y en una crisis de laringoespasmo. Desde entonces, el pontífice comenzó a cancelar sus tradicionales audiencias públicas de los miércoles. El 24 de febrero, el Papa fue internado nuevamente en la clínica Gemelli por una recaída de la gripe y fue sometido a una traqueotomía. El 22 de marzo, su secretario particular, Estanislao Dziwisz, comenzó a pedir a varios interlocutores que rezaran por él. Karol Wojtyla comenzó a agravar sus crisis respiratorias a causa de la acumulación de mucosidad en la garganta. Sus condiciones de salud fueron peores que la última vez que fue ingresado. Comienza el calvario Juan Pablo II no pudo presidir ningún rito de Semana Santa por primera vez en su pontificado de casi 27 años. Siguió los oficios en su capilla particular a través de una gran pantalla que le colocaron en su apartamento. El Sumo Pontífice acompañó cada estación con una gran cruz en la mano derecha. Ese día, Juan Pablo II ofreció en un mensaje su sufrimiento para que se cumplan los designios de Dios y su palabra se abra camino entre la gente. El Domingo de Resurrección, en la bendición urbi et orbi, el Papa reapareció al mundo. Su avistamiento conmovió a miles que lo seguían desde la plaza de San Pedro. Wojtyla se limitó a impartir la bendición con su mano derecha; al final trató de pronunciar algunas palabras que resultaron ininteligibles. El cardenal Angelo Sodano, entonces secretario de Estado, leyó el mensaje papal en el que pidió la paz para el mundo, en particular para el Oriente Medio y África, y solidaridad para los que sufren y mueren de miseria y hambre. La última aparición pública del jerarca católico ocurrió el 30 de marzo, en la audiencia pública del miércoles, cuando intentó hablar una vez más sin resultado. Ese día comenzó a alimentarse a través de una sonda gástrica que le fue colocada en una intervención en el propio Vaticano. Un día después, Karol Wojtyla recibió el sacramento de la extremaunción. La condición del papa Juan Pablo II se agravó repentinamente por una infección de las vías urinarias. El último comunicado emitido por el Vaticano indicó que el Papa presentaba un cuadro de insuficiencia cardiocirculatoria y renal.
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