“Nos solidarizamos con la tropa polaca por la muerte del papa Juan Pablo II”, dijo ayer a LA PRENSA GRÁFICA el comandante del Cuscatlán IV, coronel William Igdalí Moreno Segovia.

El jefe castrense explicó que el oficio religioso, efectuado el pasado domingo, estuvo a cargo del capellán del batallón, padre Adán de la O.

Polonia mantiene el mando de la división militar en el sur-centro iraquí y a ella está adscrita la tropa salvadoreña acantonada en la ciudad de Hilla, provincia de Babil.

“El Papa era de Polonia, uno de los países que se encuentra acá con nosotros en Iraq, y para ellos ha sido muy impactante conocer esta noticia que les ha llenado de tristeza”, comentó vía telefónica Moreno Segovia.

El comandante de la tropa legionaria reconoció que el deceso del Vicario de Cristo también causó impacto en sus compañeros de armas, quienes recuerdan las dos visitas que realizó en 1983 y 1996 a suelo salvadoreño. “Ha sido lamentable su muerte; todo el mundo ha llorado al Papa y lo recordará como el hombre que configuró de nuevo al mundo. Realmente nos ha impactado su muerte”, dijo el militar, un católico confeso.

Botó fronteras

Moreno Segovia explicó que la población iraquí, pese a que tener costumbres religiosas distintas, conoció del trabajo del Papa.

“A pesar de que ellos tienen aspectos religiosos distintos, han conocido muchísimo el trabajo de Su Santidad”, dijo Moreno Segovia, al explicar que ello ha sido el sentimiento que ha encontrado en algunos funcionarios y habitantes de la provincia de Babil.