Delegación salvadoreña es de diez personas La comitiva nacional se limitará a participar en la misa de cuerpo presente que se realizará el viernes a las 10:00 a.m. Al entierro solo acudirán miembros de la curia y empleados del Vaticano. |
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Ana Ligia de Saca, designada por su esposo para representar al Gobierno de El Salvador en las exequias papales, aterrizará este día a las 11:15 a.m. en Roma junto a Rosario de Saca, familiar del presidente; Eileen de Bahaia, esposa de Jorge Elías Bahaia, primer designado a la Presidencia; y a Berta Alicia de Escobar, del equipo de relaciones públicas de Casa Presidencial. El resto de la comitiva, formada por el canciller Francisco Laínez; el ministro de Gobernación, René Figueroa; sus respectivas esposas, la ex canciller María Eugenia Brizuela y el ex embajador salvadoreño ante el Vaticano, Roberto Simán, llegarán el jueves, según dijo Eduardo Vides Larín, ministro consejero de la Embajada de El Salvador ante la Santa Sede. Ayer, Vides Larín no podía disimular cierto desconcierto por la noticia de que el presidente Saca no acudirá al funeral de Juan Pablo II, ni su preocupación por lo numeroso de la delegación oficial de nuestro país en el acto. Días antes había adelantado que la Santa Sede había solicitado reducir al mínimo las comitivas, por motivos logísticos. La delegación salvadoreña, con diez personas, sin embargo, será una de las más numerosas entre las comitivas que participarán en las exequias papales, según informes de agencias de prensa. Todos tienen previsto alojarse en el hotel Plaza, en Vía del Corso, a pocos metros de la conocida Plaza de España. Según agencias de noticias internacionales, la delegación salvadoreña es la más numerosa de todas las que asistirán a los funerales. Misa de cuerpo presente El canciller Laínez explicó que, según la invitación que de la Santa Sede recibió el Gobierno y una nota girada por la Embajada de Italia en El Salvador, la participación de las delegaciones en las exequias se limitará a la presencia en la misa de cuerpo presente que se realizará el viernes a las 10:00 a.m. (2:00 a.m. hora salvadoreña). “El entierro está limitado a la curia y a empleados de el Vaticano”, aseguró Laínez. El funcionario, quien en 1996 recibió la hostia de manos de Juan Pablo II cuando este visitó El Salvador, valoró el legado del pontífice como “un mensaje de paz y tolerancia, que nos permitió empezar a construir la paz en nuestro país”. Lo que más recuerda Laínez deWojtyla es “la paz, la serenidad y la pureza que se le veía en los ojos. Era un sentimiento que él transmitía”. El máximo responsable de la política exterior salvadoreña no quiso adelantar su opinión sobre la posibilidad de que el próximo papa provenga de Latinoamérica. “No quisiera comentar por ahora al respecto. Creo que el objetivo de esta visita debe ser presentar nuestro respeto en las exequias”, dijo. |