Foto LA PRENSA/EFE
Una gaviota observa a las miles de personas que esperan en el puente Vittorio Emmanuele II de Roma en dirección a la plaza de San Pedro del Vaticano, para visitar la capilla ardiente del Papa Juan Pablo II, hoy miércoles.
El Cónclave para elegir nuevo Papa comenzará el 18 de abril

Liliana Fuentes
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Millones de personas se avocan al Vaticano para darle el último adiós al Papa Juan Pablo II.

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El Cónclave para elegir al sucesor de Juan Pablo II comenzará el 18 de abril, diez días después del multitudinario funeral del viernes en el Vaticano, donde un millón de peregrinos estaban congregadas hoy para desfilar ante la capilla ardiente del Papa.

"El Cónclave comenzará en la tarde del 18 de abril", afirmó esta mañana el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, durante una conferencia de prensa al término de la cuarta reunión de la congregación de cardenales desde la muerte del papa polaco, el pasado sábado.

Ese era el primer día hábil posible para convocar el Cónclave según las normas establecidas por la Costitución Apostólica, promulgada en 1996 por el propio Juan Pablo II.

Ciento diecisiete purpurados tienen derecho de voto en este Cónclave, aunque no es seguro que todos ellos puedan participar en esta reunión cuyas votaciones se llevarán a cabo en la magnífica Capilla Sixtina, que fue cerrada tras la muerte del Pontífice, para acondicionarla.

Los cardenales, que permanecerán aislados en el recinto del Vaticano, declarado por primera vez zona de Cónclave, no podrán revelar ningún detalle sobre las deliberaciones o votaciones so pena de excomunión.

La elección del Romano Pontífice número 265 de la historia, se anunciará con la tradicional fumata blanca, a la que este año se unirá el repique a fiesta de las campanas de la basílica de San Pedro.

Los cardenales continúan sus preparativos para ese día. Este miércoles escucharon la lectura del testamento espiritual de Juan Pablo II, que no contiene ninguna disposición práctica y que no revela el nombre del cardenal "in pectore" nombrado por el Papa en el último consistorio en octubre de 2003.

El documento, de unas 15 páginas, fue escrito en diversas fases a partir de 1979, un año después de la elección de Karol Wojtyla al trono de Pedro, reveló el portavoz de la Santa Sede, precisando que el texto será difundido el jueves en polaco y otras lenguas.

Según el vaticanista del diario Corriere della Sera, Luigi Accatoli, es una meditación sobre la vida y la muerte, la fe y la humanidad. Se trata del último mensaje que el Papa quiso enviar a la Iglesia sobre la actualidad del Evangelio en el amanecer del tercer milenio.

El interminable desfile de fieles continuaba este miércoles ante los restos mortales de Juan Pablo II en la plaza de San Pedro, en torno a la cual se ha concentrado alrededor de un millón de personas.

Las visitas a la capilla ardiente del Papa Peregrino, venerado como un santo, continuarán hasta las 22H00 del jueves (20H00 GMT), pero las autoridades decidieron cerrar 24 horas antes el acceso a la cola.

"Esta situación crea una serie de riesgos que no podemos correr. Tenemos que garantizar la seguridad, la tranquilidad y la serenidad de todos", explicó Guido Bertolaso, responsable de los servicios de Protección Civil.

Cientos de miles de personas han hecho cola durante horas para pasar escasos segundos delante del catafalco del único Papa que ha conocido toda una generación de jóvenes que lo idolatra, en un flujo incesante.

A las 2 de la madrugada del viernes, hora en El Salvador, se celebrarán los funerales, tras los cuales el Papa será sepultado en tierra con sarcófago bajo una lápida sencilla en la cripta de la Basílica, en el emplazamiento que ocupó Juan XXIII hasta después su beatificación en 2000.

Más de cuatro millones de peregrinos y numerosas personalidades están llegando a Roma para el acontecimiento que podría superar la afluencia que se registra durante la peregrinación musulmana a La Meca, la mayor del mundo.

La preocupación de las autoridades italianas, que movilizarán cerca de 15.000 agentes de los cuerpos de seguridad del Estado, es garantizar la seguridad de las cerca de 200 delegaciones extranjeras que llegarán, entre ellas la del presidente estadounidense, George W. Bush, esperado la noche del miércoles, o la del secretario general de la ONU, Kofi Annan.

El espacio aéreo romano será cerrado al tráfico el jueves y viernes a aquellos que no dispongan de autorización expresa.

Además de la seguridad, las autoridades italianas preparan un dispositivo para alojar, transportar y atender a los cientos de miles de católicos de Europa, principalmente de Polonia y España, y otros continentes que siguen llegando a Roma en trenes especiales, aviones, autocares o barcos.

Las autoridades levantaron un campamento en el campus universitario de Tor Vergata, a las afueras de la ciudad, para alojar a miles de peregrinos, y pidieron a los romanos para "abran las puertas de sus casas y comercios" para acoger a la oleada de peregrinos.