Las tres personas que recordó el Papa en su testamento

Christian Guevara Guadrón
mundo@laprensa.com.sv

Solo tres personas fueron nombradas por el papa Juan Pablo II en su testamento: el ya fallecido cardenal polaco Stefan Wyszynski; su asistente Estanislao Dziwisz; y el rabino de Roma, Elio Toaf.

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De los tres, Dziwisz es, sin duda, la figura más allegada al Papa. El conocido como Don Estanislao por la curia romana, era llamado cariñosamente por el Papa “Stas”.

Se conocieron en 1966, en ese entonces Juan Pablo II era arzobispo de Cracovia y Dziwisz trabajaba en la biblioteca del seminario. Desde entonces, fueron inseparables.

Él estuvo en todos los momentos importantes de Karol Wojtyla: el día en que lo escogieron Papa y cuando recibió un disparo en la plaza de San Pedro (Dziwisz lo abrazó y evitó que se cayera), por ejemplo.

El segundo en ser recordado por el Papa es Stefan Wyszynski, el “viejo primado” de Varsovia, por quien sentía un tremendo respeto.

Talvez el momento más importante entre los dos pasó en 1978, durante el cónclave que escogió a Juan Pablo II.

En la penúltima ronda de votación, el cardenal Karol Wojtyla presintió que él sería electo y los nervios lo aplastaron, muchos cardenales creyeron que no aceptaría el cargo. Wyszynski buscó a Wojtyla, lo abrazó y le dijo: “Si es escogido, acepte. Hágalo por la Iglesia. Hágalo por Polonia”. Juan Pablo II nunca olvidó ese gesto de Wyszynski.

Mientras que Elio Toaff, el “gran” rabino de Roma, jugó un papel fundamental en el acercamiento entre los judíos y los católicos. Juan Pablo II solía llamarlo “el hermano mayor”, por su jerarquía.