Los medios de seguridad de la Santa Sede se niegan a discutir detalles
de las precauciones que serán utilizadas para evitar el espionaje en el
próximo cónclave. Pero Giuseppe Mazzullo, un detective privado y ex policía
romano, quien ha trabajado estrechamente con el Vaticano en el pasado,
dijo que la Santa Sede reforzará su plantel con policías italianos y con
contratistas privados expertos en formas de bloquear el uso de artilugios
electrónicos.
Hay razones para espiar. Se cree que la elección papal será muy reñida,
especialmente entre reformistas y conservadores. También se espera que
algunos sectores traten de imponer el primer papa no europeo en la historia.
Los pormenores de las deliberaciones podrían resultar embarazosas para
el Vaticano.