“El Grande” que nunca se pronunció



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Desde hace una semana, se insiste en apuntar que uno de los cardenales de mayor peso en la curia vaticana, Angelo Sodano, calificó a Juan Pablo II como “el Grande” en la homilía del domingo 3 de abril. Ese apelativo, sin embargo, nunca fue pronunciado.

¿Cómo fue eso posible? El texto que Sodano debía leer en su homilía se había adelantado a las agencias de prensa, con la condición de no ser difundido hasta después de la misa. El embargo no fue respetado, así que la denominación de Juan Pablo II “el Grande” ya había dado la vuelta al mundo cuando el cardenal la omitió ante los 130 mil fieles que abarrotaban la plaza de San Pedro.

“Sodano no lo dijo, pero lo escribió”, justificó un vaticanista, que explica que hasta ahora existía en la relación entre el Vaticano y los comunicadores la norma de que lo que se escribía se podía dar como dicho, lo cual obedecía a los problemas de habla del Papa en sus últimos tiempos, que le obligaban a veces a saltarse párrafos de sus discursos. Ese acuerdo tácito explica por qué, una semana después y pese a comunicados y conferencias de prensa diarias en el Vaticano, no ha habido reclamos al respecto.