R�PLICA. Teresa Amalia D�az de Beltr�n sostiene la r�plica del b�culo papal, la cual le fue enviada por Juan Pablo II en 1986.
Bendecida con r�plica de b�culo papal

Marcos Salguero
mundo@laprensa.com.sv

Junto con la r�plica, Juan Pablo II le envi� un diploma a trav�s del obispo de la Di�cesis de Santa Ana, monse�or Marco Ren� Revelo.

Imprimir esta nota Enviar esta nota Opinar sobre este tema


Momentos espirituales
Teresa Amalia D�az de Beltr�n est� casada con Rub�n Beltr�n, con quien ha procreado cinco hijos, Tiene 15 nietos. Vive en San Jos� La Majada.

Se estima que Su Santidad Juan Pablo II permiti� que se hicieran dos r�plicas de su b�culo, una de ellas (la primera) la dio a su ciudad natal y otra a Amalia de Beltr�n.

Junto con la r�plica del b�culo, le envi� un diploma a trav�s del cual oficializaba la autenticidad de la misma y le permit�a mostrarlo a t�tulo personal.

Adem�s del b�culo, Amalia recibi� una medalla con el sello papal. Una medalla similar recibi� la ex primera dama de la Rep�blica Elizabeth de Calder�n Sol.

Amalia tambi�n recibi� una bendici�n papal. Adem�s tuvo el privilegio de recibir la hostia de manos de Juan Pablo II.

En la bit�cora del correo de la Ciudad del Vaticano, est�n fechados los env�os certificados de los regalos y diplomas para Amalia de Beltr�n.

Actualmente, la r�plica del b�culo papal permanece en la iglesia de San Jos� La Majada, ya que Amalia de Beltr�n decidi� donarla, con la autorizaci�n expresa del Vaticano.

Me siento privilegiada porque recib� estos valios�simos recuerdos de Su Santidad. Mi vida es muy afortunada, motivada por la fe cristiana.”
Teresa Amalia D�az de Beltr�n.

Es una suerte que una salvadore�a haya recibido una r�plica del b�culo papal. Ese privilegio lo tienen muy pocas personas en todo el mundo, pues Juan Pablo II sab�a escoger a las personas que lo recibir�an.”
Carlos Hern�ndez, religioso.

Tener una r�plica del b�culo papal, haber recibido una medalla de condecoraci�n, un manuscrito en lat�n y espa�ol, haber recibido la hostia durante su segunda visita a El Salvador son regalos que no cualquiera los tiene en el mundo.

En el cant�n San Jos� La Majada, de Juay�a, Sonsonate, vive Teresa Amalia D�az de Beltr�n, de 74 a�os , quien tiene el privilegio de tener todos los obsequios descritos, enviados por Juan Pablo II en 1986.

Los regalos del papa comenzaron en 1985 cuando su esposo, Rub�n Beltr�n, conoci� al italiano Emilio Porcio, quien vive en San Salvador y viaja constantemente a Italia. Amalia era entonces la presidenta de la directiva pro construcci�n del templo de San Jos� La Majada, y en 1985 la obra estaba en su etapa de finalizaci�n.

En esos d�as, Porcio iba a viajar a Italia y le dijo al esposo de Amalia que le preguntara qu� le gustar�a que le trajera del pa�s europeo. Pensando en la Iglesia, le dijo que le trajera un crucifijo.

Porcio, amigo del secretario del Papa, pidi� una audiencia y le explic� que la esposa de un amigo salvadore�o estaban construyendo una iglesia y le hab�a pedido un crucifijo. El secretario le pidi� permiso a Juan Pablo II para hacer un r�plica de su b�culo. El Papa accedi� y la r�plica lleg� a El Salvador, v�a Di�cesis de Santa Ana.

La r�plica era la segunda que el pont�fice hab�a permitido, ya que la primera la hizo para Cracovia, su ciudad natal.

El regalo lleg� en marzo de 1986 justo unos d�as antes de que consagraran el santuario de San Jos�.

Tres d�as despu�s de haber consagrado la iglesia, el obispo de Santa Ana, Marco Ren� Revelo, le entreg� la medalla de condecoraci�n Augusta Cruz .

La oportunidad de conocer al Papa le lleg� en 1996 cuando el Sumo Pont�fice visit� por segunda vez El Salvador. Ese d�a fue inolvidable para Amalia, estuvo frente al Papa y recibi� la hostia sagrada.