La repentina internación del papa Juan Pablo II marcó otro recordatorio de que uno de los pontificados más largos y trascendentes de la historia reciente podría estar acercándose a su fin.

La pregunta que ronda en la mente de muchos es: ¿quién será el próximo?

El Papa ha designado a casi todos los 120 cardenales que actualmente tienen menos de 80 años y pueden participar del cónclave, lo que indicaría para muchos que su reemplazante mantendría su línea conservadora en materia de anticonceptivos y mujeres sacerdotes, entre otros temas.

La principal pregunta es si el próximo Papa será otro no-italiano, si los italianos recuperarán el pontificado o si el nuevo líder de la Iglesia no tendrá origen europeo.

Varios hombres de la Iglesia creen que el próximo Papa debería provenir del mundo en desarrollo, ya que es en esa zona donde la religión católica mantiene su mayor vigencia y su mayor crecimiento.

En la mente de los cardenales, estará el hecho de que casi el 65 por ciento de los católicos del mundo viven en África, Asia y sobre todo en Latinoamérica.

En ese sentido, entre los papables, se menciona a tres latinoamericanos: el hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga, el colombiano Darío Castrillón Hoyos y el mexicano Norberto Rivera Carrera.

Otra preocupación será la necesidad de predicar el cristianismo de manera más vigorosa en las sociedades occidentales, especialmente en las europeas, actualmente dominadas por el materialismo y el individualismo.

Juan Pablo II fue un pionero de las relaciones interreligiosas, especialmente con la fe judía, pero dejaría su trabajo inconcluso.

Cada vez que la salud del Papa sufre un agravamiento, los expertos intentan predecir quién será su reemplazante.

Varios candidatos han muerto mientras el Pontífice extiende su papado pese a su fragilidad.

De los candidatos europeos, quienes suenan con más fuerza en los círculos del Vaticano son el cardenal italiano Giovanni Batista Re, el belga Godfried Nanneels y el

Católicos en el mundo rezan por Juan Pablo II

Las noticias sobre la salud del Pontífice se siguen de cerca desde México a Filipinas.

En muchas iglesias del mundo, se rezó ayer por la recuperación de la salud del Papa, mientras no cesaban de llegar al Policlínico Gemelli de Roma mensajes de solidaridad de líderes de otras religiones y gobernantes.

En la basílica de San Pedro del Vaticano, las misas por el Pontífice se sucedieron desde primera hora en una de las capillas laterales, por la que a lo largo del día desfilaron numerosos fieles y turistas para unirse a los rezos.

A la Santa Sede, en medio de un ambiente de preocupación general, llegaron telegramas de solidaridad y buenos deseos de buena parte de representantes internacionales, mientras el personal del Policlínico Gemelli se veía desbordado ante la avalancha de mensajes, visitas y ramos de flores enviados al anciano Papa.

Las noticias sobre su salud se siguen de cerca en todos los países católicos, desde México hasta Filipinas, pero también en otros donde esta comunidad es minoritaria, aunque la figura del Pontífice se contempla con gran respeto.

Es el caso de Iraq, donde los cristianos de diferentes ritos recordaron la firme postura de Juan Pablo II en contra de la intervención armada en el país árabe y su inequívoco respaldo a la población iraquí.

Fieles rodean hospital

Mientras, una gran cantidad de fieles acudió al hospital de Roma donde el papa Juan Pablo II está siendo atendido, ofreciéndole oraciones, flores e incluso una melodía pop.

“Juan Pablo II es un personaje excepcional, incluso cuando está adolorido y enfermo”, dijo Antonio Cecchini, un sacerdote que trabaja en la clínica.

El hospital se encontraba bajo intensas medidas de seguridad, aunque discretas.