Las últimas obras del papa Juan Pablo
II mundo@laprensa.com.sv El Vaticano envió a Sri Lanka unos 100 mil dólares para la reconstrucción de una escuela y 50 mil más para los afectados por el terremoto en la isla de Nias, Indonesia. |
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En uno de sus últimos actos como pontífice, el papa Juan Pablo II envió decenas de miles de dólares a Sri Lanka e Indonesia para ayudar a las víctimas del “tsunami” y el reciente terremoto en el sureste de Asia, indicó ayer el Vaticano. Entre las últimas instrucciones de Juan Pablo II, previas a su fallecimiento, estuvo el envío de más ayuda para la reconstrucción de una escuela en Sri Lanka (100 mil dólares) y para las poblaciones de la isla de Nias, azotada por un reciente terremoto (50 mil dólares), señaló un comunicado del Vaticano. Sri Lanka fue duramente golpeada por el maremoto del 26 de diciembre, mientras que Nias sufrió devastación por el mismo “tsunami” y por otro poderoso terremoto el 28 de marzo, donde murieron cientos de personas. El Vaticano indicó que, el día después de que el “tsunami” azotó una amplia región del sureste asiático y parte del este de África, el Papa “deseaba mostrar su cercanía paternal y espiritual con las poblaciones más golpeadas por la grave calamidad”. En total, por medio del Consejo Pontificio Cor Unum, destinó 1.3 millones de euros (1.7 millones de dólares) a las víctimas de las catástrofes naturales. 7 millones a caridad En su balance anual de obras de beneficencia, el Vaticano informó que Juan Pablo II dedicó casi 9 millones de dólares a obras caritativas por medio del Cor Unum, la Fundación por el Sahel y la Fundación Populorum Progressio. La Fundación Juan Pablo II por el Sahel dedicó 2.3 millones de dólares a la financiación de 169 proyectos en África, mientras que la fundación Populorum Progressio destinó 1.9 millones de dólares a 231 proyectos en Latinoamérica.
Vocero vaticano dice que verá a Karol Wojtyla en los altares Joaquín Navarro Valls, portavoz de la Santa Sede durante 20 años y numerario del Opus Dei, se muestra convencido de que el fallecido Papa Juan Pablo II será pronto elevado a los altares. Tengo la convicción de que será elevado a los altares. Yo veré a Juan Pablo II en los altares, asegura Navarro Valls en entrevista publicada ayer por el periódico español ABC. Al mismo tiempo, se muestra muy crítico con las opiniones según las cuales Karol Wojtyla era reaccionario en cuestiones morales, especialmente en cuestiones de aborto, tratamiento de los homosexuales y uso del preservativo para prevenir enfermedades. Solo desde la hipocresía se puede decir que Juan Pablo II era reaccionario en lo moral. A mí siempre me ha parecido descubrir en él la misma nota del diapasón: el Papa quería desarrollar una antropología completa de la dignidad humana, asegura. Preguntado sobre qué rasgo de Juan Pablo II pondría de relieve, Navarro Valls habla del humor, a pesar de las enfermedades que padeció el Sumo Pontífice. El buen humor a los 18 ó 20 años es una obligación biológica; a los 40 ó 45, ya requiere un cierto esfuerzo de la voluntad; a los 70 años, mantener el buen humor es un acto de virtud, afirma.
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