El cardenal Iván Días, de 68 años, arzobispo de Bombay, que figura entre los favoritos del cónclave para suceder a Juan Pablo II, es un diplomático conservador e influyente del Vaticano, fiel a las ideas del Papa fallecido sobre homosexualidad, aborto o contracepción.

Es conocedor de multitud de países e idiomas y, de llegar a convertirse en papa, podrían verse reflejados en él los católicos de países pobres y en vías de desarrollo.

Iván Días, arzobispo de Bombay, en India, trabajó durante 36 años como diplomático de la Santa Sede en Europa, África y Asia y habla 17 idiomas, aunque asegura dominar “solo” ocho.

Sacerdote desde diciembre de 1958, nombrado cardenal en febrero de 2001 por Juan Pablo II, el arzobispo de Bombay es conocido por su considerable influencia en el Vaticano, hasta el punto de que algunos progresistas lo temen, según la prensa india.

Seleccionado poco después de su ordenación para estudiar en la Academia Eclesiástica de Roma, hizo carrera en el cuerpo diplomático y ha estado destacado en los países nórdicos europeos, en diferentes países africanos, en Corea del Sur y Albania.

En 1997, regresó a su Bombay natal como arzobispo. Cuando regresó a su tierra natal, encontró una comunidad dividida, que consiguió reunir y desde que se convirtió en cardenal, el Vaticano lo ha enviado una y otra vez por el continente para mediar en la solución de conflictos.

Allegado de la madre Teresa, beatificada en 2003, personalidad cálida y carismática, defensor de la comunidad cristiana india, a veces perseguida, conoce muy bien el Tercer Mundo y al mismo tiempo la curia romana.

En la línea de Juan Pablo II

Es conocido por sus tomas de posición ortodoxas, que siguen la línea de Juan Pablo II, y por su desaprobación de las tendencias liberales.

“Admiraba mucho al papa Juan Pablo II y está considerado un conservador por los laicos, lo cual es muy bueno para la Iglesia”, dice de él el secretario de la Unión Católica de la India, John Dayal.

“Es un partidario de la vida. Nosotros (los católicos) pensamos que hay vida en el feto desde la concepción y que el feto merece todos los derechos humanos y la dignidad dados a todos los hombres por la carta de las Naciones Unidas o a los ciudadanos, según la Constitución india”, añade Dayal.

En una alocución pronunciada en el Vaticano en noviembre de 2003, el cardenal Días habló de la homosexualidad como una enfermedad del alma y dijo que rezaba para que los homosexuales sean “cuidados por sus tendencias no naturales”.

Sus detractores dicen de él que es “seguidor más que líder”, “hombre de tapujos” con una personalidad “indescifrable”.

El diario “Asian Age” afirmaba esta semana que desde que está al frente de la Iglesia en Bombay, el arzobispado está confrontado a un éxodo de católicos a sectas cristianas.

El diario añade que está cerca del Opus Dei, la organización ultraconservadora católica admirada por unos y denostada por otros.

Además de sus funciones de secretario de la nunciatura en Europa, África y Asia de 1965 a 1973, ha sido miembro de la Secretaría de Estado del Vaticano de 1973 a 1982, período en que tenía a su cargo Polonia, país natal del papa desaparecido, la Unión Soviética, China, Vietnam, Laos, Camboya y numerosos países africanos. “El cardenal Días es, en el sentido más tradicional, un diplomático del Vaticano”, estima Dayal.

Una vez cardenal, fue nombrado miembro de un consejo encargado de solventar las cuestiones de organización y económicas del Vaticano.

Durante la beatificación de la madre Teresa en octubre de 2003 por Juan Pablo II, fue el encargado de leer la homilía en Roma.

Su padre, Carlos Días, era un funcionario de la administración de Bombay.

Iván Días es poseedor de un gran sentido del humor. Por ejemplo, cuando los periodistas le preguntaban acerca de la posible dimisión de Juan Pablo II, contestaba: “Permítanme que me haga el indio”.