ESPERANZA. Un hombre compra un periódico con la fotografía de Juan Pablo II y el cardenal hondureño Óscar Rodríguez.

Llanto y emoción en pronunciamiento

Óscar Martínez
mundo@laprensa.com.sv

Los medios de comunicación hondureños siguieron de cerca desde la fumata blanca hasta el posible pronunciamiento de Rodríguez.

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Algunos familiares del cardenal Maradiaga se reunieron en la casa de su hermana mayor, Hortensia Rodríguez, cuando el humo blanco empezó a salir de la chimenea de Ciudad de Vaticano. La serenidad con la que habían afrontado el inicio del cónclave se rompió cuando se encontraron a unos minutos de saber si el cardenal hondureño sería o no el sucesor de Juan Pablo II.

“Yo estoy más tranquilo, pero mi mamá está que se le sale el corazón”, aseguró Luis Mendoza, sobrino del cardenal, en referencia a la actitud con la que Hortensia esperaba la famosa frase “habemus papam”.

La hermana del entonces papable se recogió en oración frente al televisor. En repetidas ocasiones, ella había manifestado que no creía que Maradiaga sería el papa, y que deseaba que él estuviese de regreso en Honduras pronto.

Afuera, los feligreses empezaron a abarrotar la basílica de Suyapa desde las 4 de la tarde, una hora antes de que diera inicio la misa de acción de gracias que fue organizada por la Nunciatura y la Arquidiócesis de Tegucigalpa. Cerca de 2 mil personas se presentaron, al igual que cuando se celebró la primera misa del novenario de Wojtyla.

Por su parte, los medios impresos lanzaban a la calle su edición extra, en la que anunciaban la elección de Ratzinger. Varias radios se apostaron frente a la basílica para pedir la opinión de los feligreses que entraban.

La mayoría de las participaciones radiales se lamentaban de que Maradiaga no hubiese sido elegido. “Es una lástima, queríamos a nuestro cardenal, al que quedó ni lo conocemos”, dijo una mujer por la radio. El presidente hondureño, Ricardo Maduro, había expresado su complacencia por la posible elección del cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga.


Dan gracias por el Papa

Centenares de fieles católicos hondureños participaron ayer en una misa de acción de gracias por la elección del papa Benedicto XVI.

El oficio religioso, al que asistió el presidente hondureño, Ricardo Maduro, su esposa, Aguas Ocaña, miembros de su gabinete, del cuerpo diplomático y centenares de fieles, fue concelebrado por el nuncio apostólico, Antonio Arcadi, y el vicario de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, Juan José Pineda.

La misa se celebró en el santuario de Suyapa. En su homilía, Pineda felicitó a todos los presentes en la misa “porque tenemos un Papa” y llamó a la feligresía a acompañar a Benedicto XVI en su pontificado.

“Pedimos a Dios que Benedicto XVI (...) sea dócil a la acción del espíritu y que ese mismo espíritu le guíe por el camino de la santidad”, agregó.

Arcadi, a su vez, llamó a la feligresía a “orar por el nuevo Papa y su ministerio, sabemos que no es tarea fácil, pero debe contar con nuestro apoyo”