Celebran misa de acción de gracias

Alexander Torres
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El jefe de la Iglesia católica salvadoreña, Fernando Sáenz Lacalle, instó a querer al nuevo Papa sin importar quién sea y de dónde venga.

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MISA. Decenas de fieles católicos asisten a la misa especial celebrada ayer en la Catedral Metropolitana en honor del nombramiento del nuevo pontífice Benedicto XVI, el alemán Joseph Ratzinger.

Tras conocer la designación del alemán Joseph Ratzinger como el papa Benedicto XVI, a quien consideró una persona extraordinaria, el arzobispo de San Salvador, Fernando Sáenz, recordó: “la Iglesia no es solo el Papa, sino todos los bautizados”.

El jerarca salvadoreño acogió la noticia con alegría y gozo. “Ya le queremos, venga de donde venga y sea quien sea”, dijo el arzobispo al referirse al nuevo Santo Padre.

“Hemos escuchado el anuncio de la elección el nuevo Sumo Pontífice y hemos recibido a través de los canales de la televisión su bendición primera. Damos gracias a Dios nuestro Señor por haber bendecido la Iglesia con un nuevo romano pontífice”, expresó el arzobispo de San Salvador ayer por la mañana.

Sobre los retos que deparan al nuevo pontífice, Sáenz coincide con algunos especialistas en que uno de los temas fuertes que enfrentará es el secularismo.

“Desde luego, ese es el gran problema que la Iglesia enfrenta. Hay tendencias, poderes, instituciones, organismos con grandísimos poderes y grandes financiamientos, incluso a través de la ONU, conectados con la ONU, y que están tratando de machacar la fe y los principios morales de todo el mundo”, aseguró el jerarca.

Pero Sáenz hizo un parangón con los orígenes del cristianismo, el cual está ligado a un “rinconcito” dentro del imperio romano.

“En ese tiempo había bastante materialismo y paganismo terrible; sin embargo, el cristianismo se extendió por todo el imperio y acabo convirtiéndose en imperio cristiano”, recalcó.

La Iglesia salvadoreña espera que la primera visita de Benedicto XVI a América sea a propósito del Congreso Latinoamericano de Obispos, que se efectuará en Quito, Ecuador, en 2007.

“Juan Pablo II no dudó en venir al anterior, en Puebla, México”, dijo.

Vivir el cristianismo

El jefe católico invitó a sus feligreses a colaborar con el nuevo Papa viviendo el cristianismo no solo en la misa dominical.

“Todos los católicos deben tratar de vivir el cristianismo tal como Jesucristo lo enseñó, en la familia, en la sociedad, en el trabajo”, dijo.

De esta manera, cree que es más fácil impulsar negocios y empresas a partir de la solidaridad y la fraternidad y de tratar de hacer el bien, como era la idea del Papa antecesor.

La elección de Benedicto XVI sucedió en el segundo día del cónclave.


Monseñor Jesús Delgado
“Conoce muy bien El Salvador”

La Iglesia salvadoreña cree que Benedicto XVI sabrá adaptarse a la civilización y a la cultura moderna, pero con la firmeza de la fe.

El humo blanco que salió de la chimenea de la Capilla Sixtina en el Vaticano provocó innumerables reacciones en todo el mundo y entre la jerarquía católica salvadoreña. “Mucha alegría, mucho gozo”, aseguró monseñor Jesús Delgado.

Los obispos fueron convocados ayer para una misa en honor de Joseph Ratzinger.

Un personaje al que Delgado considera “ortodoxo y muy tradicionalista”, pero a la vez alguien que tiene “una mano muy segura para guiar a la Iglesia”.

Delgado considera que pese a que no hay aún un papa americano, “Latinoamérica sigue igual que antes, pues monseñor Rodríguez Maradiaga es aún demasiado joven”.

Delgado analiza que uno de los factores que influyeron a favor de Ratzinger fue la idea de dar continuidad al camino trazado por Juan Pablo II a fin de buscar “un orden más doctrinal y disciplinario” a la Iglesia en este siglo.

¿Cómo interpreta este rápido cónclave?

Demuestra que hay unidad en la Iglesia y que hay un consentimiento claro de adónde tenía que ir. Fíjese que en los funerales —de Juan Pablo II— el camarlengo le cedió a él la primacía, o sea, desde entonces se veía cómo él tomaba el liderazgo en la Iglesia, en la liturgia.

¿Era el candidato idóneo?

Creo que fue una elección muy acertada, contrariamente a lo que decían muchos: que si se elegía a él las cosas iban a ir más para atrás que para adelante porque él es muy ortodoxo, muy tradicionalista.

¿Por qué era el más acertado?

Es que si debe haber cambios en la Iglesia, mejor operarlos con alguien que tiene una mano muy segura, que está firme en la fe y sabe por qué rumbo tiene que ir la Iglesia.

¿El cambio de nombre puede interpretarse como un cambio en la línea doctrinal de Juan Pablo II?

No, no. Benedicto, él asume esto porque cuando él nació en Alemania, él bebió las primeras doctrinas de la fe católica bajo el pontificado de Benedicto XV.

¿Hay algo más detrás del nombre?

En este caso marca también un deseo de ser una bendición para el mundo, Benedicto significa bendición o “el Bendito”.

¿Hubo antes algunas relaciones con el nuevo Papa cuando los obispos locales visitaron el Vaticano?

No, porque él era encargado de la fe y de la doctrina, y quien los atendía era el encargado de los obispos. Pero hubo alguna relación con el país.

¿De qué tipo?

Por ejemplo, lo relacionado a Monseñor Romero, todas sus homilías y toda la doctrina estuvo en manos de Joseph Ratzinger, él la examinó directamente para dictaminar finalmente que Monseñor Romero es un hombre ortodoxo y su doctrina la de la Iglesia católica. Creo que conoce muy bien El Salvador gracias a Monseñor Romero, que lo ha estudiado muy de cerca.

¿Cuál cree que será el mayor reto que enfrentará Benedicto XVI?

El mayor reto que tiene que afrontar es el relativismo galopante en el mundo, es decir, se relativizan las verdades absolutas de Dios, hay una especie de lucha abajo, y por ello es uno de sus mayores retos. Y él es el indicado del mundo.

¿Cómo cree que afrontará el tema del secularismo?

De una manera muy acertada porque es un hombre que conoce. Tiene 23 años de trabajar en la curia romana, es un hombre muy inteligente y abierto a la cultura.

¿Cómo queda Latinoamérica después de estar cerca de tener un papa en su historia?

Hay que reconocer que también de ilusión se vive. Bueno, Latinoamérica sigue igual que antes. Monseñor Rodríguez Maradiaga es demasiado joven para llegar a ser papa, tiene que tener más rodaje.

¿Cree que la nacionalidad del Papa influirá en el mundo?

Claro que sí, aunque al Papa ya no se lo considera tanto como alemán o polaco. Pero sin duda es un reconocimiento de la Iglesia universal a una catolicidad sufrida y a la vez generosa.


Lo saludan las otras iglesias

Los representantes de diversas iglesias históricas en El Salvador también siguieron de cerca la elección del papa Benedicto XVI.

“Ha sido una gran alegría que los cardenales hayan elegido de manera rápida, ya que eso puede indicar consenso”, aseguró el obispo Martín Barahona, presidente del Consejo Nacional de Iglesias (CNI).

Ese consenso también impidió “mayor sufrimiento” entre los fieles salvadoreños, según el obispo.

Por algunos de sus antecedentes, como haber sido fiel impulsor de la fe, el presidente del CNI dice: “Se esperaba que fuera él el sucesor de Juan Pablo II”.

Tras considerar que hacer valoraciones a lo que podría ser el trabajo de Joseph Ratzinger es prematuro, Barahona dijo que esperan una relación de respeto y acercamiento hacia las otras iglesias.

No hay marcha atrás

Por su parte, el rabino Daniel Zang, representante de la comunidad judía en el país, dijo que esperan que la próxima figura papal “pueda seguir el camino de su predecesor”.

Se refería a mantener actitud hacia el diálogo, de acercamiento con otras iglesias y doctrinas.

De todas formas, Daniel Zang considera: “El camino avanzado por los católicos no tiene retorno”.

El rabino cree que Ratzinger bien podría permitir que la Iglesia católica camine a las raíces de la Iglesia.

Y en esa búsqueda “es donde están las raíces comunes de las otras” comuniones, consideró Zang.

Sobre las primeras palabras de Benedicto XVI, que dijo que la Iglesia debe retornar a las antiguas tradiciones, podría interpretase como que habrá una relación “muy fría”, dijo.

No obstante, considera que el “carisma” del puesto que ha asumido Ratzinger hace cambiar a cualquier humano. Ambos clérigos esperan que sea para convivir en armonía.