26 horas bastaron para
elegir al Papa mundo@laprensa.com.sv El cónclave que produjo a Benedicto XVI no ha sido el más corto de la historia, pero sí ha sido, sin duda alguna, el más visto de que se tenga memoria, y el primero transmitido casi ininterrumpidamente. |
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El cónclave que produjo a Benedicto XVI no ha sido el más corto de la historia, pero sí ha sido, sin duda alguna, el más visto de que se tenga memoria, y el primero transmitido casi ininterrumpidamente. Los príncipes de la Iglesia solo tardaron 26 horas en elegir como pontífice al cardenal alemán Joseph Ratzinger, que tomará el nombre de Benedicto XVI. La fumata blanca que anunció el acuerdo de elección del Papa ocurrió a las 5:50 p.m., hora de Italia, una hora antes de la prevista para quemar las papeletas en caso de que no hubiera acuerdo. De acuerdo con los cálculos, solo fueron necesarias cuatro votaciones, las mismas que se llevaron a cabo para escoger a Juan Pablo II y una más que en el caso de Pío XII, para que los príncipes de la Iglesia llegaran a un acuerdo. Los cardenales votaron una vez el lunes por la noche, dos el martes por la mañana y la decisiva el martes por la tarde. La rapidez en la elección mantiene la tónica de los últimos decenios, en los que no se han superado las 11 votaciones. Pío XII fue elegido con tres votaciones y en apenas 24 horas; Juan Pablo I, con cuatro; Pablo VI, con cinco; Juan Pablo II, con ocho, y Juan XXIII, con 11. Apuestas se cumplen Los días anteriores al cónclave, los expertos ya pronosticaban que esta elección sería corta, ya que la Iglesia no deseaba extenderla por mucho tiempo para no dar la impresión de que se encuentra dividida. “Solo han pasado 24 horas. Es sorprendente qué rápido fue elegido”, se asombró Radio Vaticano en su primer comentario. Ratzinger fue elegido en el segundo día, tal como sucedió en el caso de Pío XII, cuyo nombre se conoció en la que era hasta ahora la asamblea más breve celebrada en las últimas décadas. Fue el 1.º de marzo de 1939 cuando el nombre de ese Papa, que sucedió a Pío XI, fue también dado a conocer en el segundo día de votaciones. A ese cónclave le precedió el más largo del siglo XX y al que se conoce como uno de los más tensos y disputados, y del único que se sabe que alguno de los presentes fue excomulgado por romper precisamente las reglas. El número 16 El anterior Papa que llevó el nombre de Benedicto, antes de Joseph Ratzinger, fue Benedicto XV, quien resultó elegido en el cónclave celebrado entre el 31 de agosto y el 3 de septiembre de 1914, en plena guerra mundial. Posteriormente, el 2 de febrero de 1922, se abrió el cónclave que sería el más largo del siglo, donde fue elegido el papa Pío XI. Sin embargo, el cónclave más largo de la historia ha sido en 1268, en la región italiana de Viterbo, y duró dos años, nueve meses y dos días. Ni siquiera cuando les recortaron drásticamente los alimentos lograron los cardenales alcanzar la necesaria mayoría de dos tercios. Solo cuando la indignada población empezó a llevarse el tejado que cubría la sala donde estaban reunidos se eligió al papa Gregorio X, en septiembre de 1271, y más que nada por miedo a las primeras tormentas del otoño. El cónclave más visto Lejanos del siglo XXI están esos días de cónclaves interminables. Ahora, la inmediatez de los medios de comunicación traslada en tiempo real las incidencias, análisis y opiniones en torno a las votaciones que efectúan los cardenales. Si bien este no ha sido el cónclave más corto de la historia, lo que ha sido, sin lugar a dudas, es el más visto de que se tenga memoria. Después del cónclave Los príncipes de la Iglesia dijeron estar felices con la elección de Benedicto XVI. El Colegio de Cardenales cumplió, con más celeridad de la esperada, la misión que la Iglesia les había encomendado y cuya resolución tenía en vilo al mundo entero. Tras la elección, los cardenales han quedado liberados del secreto del cónclave, aunque no podrán revelar los debates ni lo que sucedió en las 26 horas que estuvieron encerrados eligiendo al nuevo Papa. Los primeros en abandonar el recinto de Cónclave fueron los cardenales de India, Ivan Dias, el alemán Walter Kasper y el austríaco Christoph Schonborn. Los purpurados, sin embargo, no abandonarán Roma aún. El próximo domingo deberán asistir a la misa de entronización de Benedicto XVI. El nuevo Papa, además, tendrá que decidir quiénes de ellos lo acompañarán en los puestos clave en el Vaticano. Sin sorpresas No estoy sorprendido de un cónclave tan breve”, aseguró el cardenal chileno Francisco Javier Erráruriz, después de la elección del purpurado alemán Joseph Ratzinger, como nuevo Papa. El cardenal chileno hizo esta declaración cuando salía del perímetro del cónclave, en el Vaticano, donde permanecieron los 115 purpurados electores desde el lunes, según la prensa italiana. Por su parte, el cardenal austríaco Christoph Schonborn, al que se le considera en la línea de Ratzinger, dijo estar “muy contento, incluso por la Iglesia en Austria”, con la elección del que fue el guardián de la ortodoxia católica. Los cardenales alemanes que participaron en este cónclave también saludaron la elección de un compatriota como jefe de la Iglesia católica. “Cuando se cumplen 60 años del final de la guerra (la Segunda Guerra Mundial), supone un cambio” para Alemania, aseguró el cardenal Karl Lehmann, quien se mostró encantado con esta elección, al igual que su compatriota, el también purpurado Walter Kasper.
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