“Será un Papa que nos dará sorpresas”

José Luis Sanz
mundo@laprensa.com.sv

Paloma Gómez Borrero, la periodista española que mejor conoció a Karol Wojtyla y a su curia, habla del nuevo Papa. Asegura que Joseph Ratzinger romperá pronto las etiquetas que se le han puesto.

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¿Ya esperaba que fuera elegido Ratzinger?

Sí... lo dije desde el principio: que sería un cónclave breve y que el Papa sería probablemente Ratzinger. Aunque advertí que si no tenía una buena mayoría de votos renunciaría, porque no es un hombre que se preste a juegos de no, sí, no, sí...

Al nuevo Papa no le gustan las especulaciones...

Es un hombre de ideas muy claras. Y muy humilde. Ya lo vimos en sus primeras palabras: “Soy un humilde obrero de...” Y lo es. Ratzinger es un hombre muy dialogante, que aquí hablaba cada día con todos los del barrio, y que dándose un paseo desde su casa hasta su despacho recorría todo el vaticano andando. Le encanta andar, lee mucho... y le gusta sobre todo estar en un ambiente familiar. Durante estos años en Roma él ha tenido, como todos los cardenales, una iglesia asignada, e iba allí como un párroco, a estar con ellos, a presidir las ceremonias... Y luego se iba con las familias de la parroquia a hacer un “picnic”, por ejemplo.

¿A qué se debe entonces la imagen de hombre duro que tiene?

A su cargo. Ratzinger tenía un cargo poco simpático... pero muy necesario. Es un grandísimo teólogo que tenía un cargo dificilísimo y, como digo, no era atractivo de cara a la opinión pública. Era el “carabinieri de la Iglesia”, como lo llamaban los italianos, el custodio de la fe. Y ser custodio de algo que se te desmadra por algunos puntos no es fácil.

Dicen en el Vaticano que el perfil de un Papa se forma realmente en el momento en el que es elegido. ¿Cómo será este?

Será un Papa que nos dará sorpresas, porque le han querido etiquetar y él no es un hombre de etiquetas. En su primera homilía como Papa ha hablado del Concilio Vaticano II, de cómo seguir adelante con él, de la Eucaristía. Ha hablado mucho de los jóvenes, y ha anunciado que estará con ellos en Colonia. Sobre todo, en el diálogo con otras religiones podemos esperar noticias.

Ha sido muy explícito en su compromiso ecuménico.

Efectivamente. Insisto: tiene las ideas claras. Y fue un hombre muy cercano a Juan Pablo II durante todo el pontificado, con lo cual las líneas de Wojtyla seguirán... Será itinerante, cercano a los jóvenes, impulsará el ecumenismo...

Se habla de un Papa de transición. ¿Lo es?

Se habla de transición por la edad. Ratzinger... o Benedicto XVI, que tendremos que acostumbrarnos a llamarle así, tiene 78 años, no es joven para ser Papa. Pero si ha quedado huella de un papa no joven es de Juan XXIII, que tenía 77 años cuando lo eligieron.

¿Lograr la unidad de la Iglesia pasa por enfrentar a las barreras entre conservadores y progresistas?

Esos son sellos que ponemos los periodistas. En la Iglesia no hay conservadores ni progresistas. Si como progresistas llamamos a algunos que no conocen la Iglesia y ni leen siquiera lo que escriben los papas, los que dicen “quiero a un progresista porque va a permitir el divorcio, y la homosexualidad, y el aborto...”, eso es no conocer la doctrina. Ningún papa va a ir contra la doctrina de la Iglesia. Eso sí: uno puede ser más avanzado en doctrina social. La mujer tendrá cada vez más papel en la Iglesia, y si ya Juan Pablo II nos dio más protagonismo, seguramente Ratzinger seguirá esa línea. Y tendremos otras aperturas, pero siempre dentro de lo que marca la doctrina y la fe.

¿Qué pasos clave cree que podemos esperar entonces en ese camino hacia la unidad?

En la unidad, entendida como ecumenismo, veremos pasos con los ortodoxos... y con los judíos. No hay que olvidar que fue Ratzinger el que preparó aquel discurso del papa en el que les llamó “los hermanos mayores”, y eso, viniendo de un alemán, y teniendo como tiene el pueblo alemán la sombra del nazismo encima, es importante. Pero, al mismo tiempo, la justicia no se puede olvidar. El pueblo palestino tiene derecho a una patria, y él lo sabe. Creo que este Papa buscará una forma de paz, porque eligió el nombre de Benedicto, y su predecesor fue el papa de la paz.

En los últimos días se habló de un Colegio Cardenalicio dividido ante la figura de Ratzinger.

De nuevo los periodistas. Nunca ha habido un cónclave tan hermético: no ha habido una entrevista, no hemos podido hablar con los cardenales... Todo nos lo hemos ido cocinando nosotros. El hecho de que el Papa haya salido en la cuarta votación indica que probablemente ha sido una votación casi unánime... Porque 77 votos son muchos, y él los ha obtenido, y pronto. Yo creo que quienes oyeron sus homilías en el funeral de Juan Pablo II y en la misa “pro eligendo pontifice” vieron que eran textos magníficos, un verdadero discurso programático para la Iglesia. ¿Y quién mejor que quien lo ha escrito para llevarlo adelante?

Pues se había generado mucha expectativa por la posibilidad de un papa latinoamericano.

Ya veréis que a Benedicto XVI lo vais a tener muy pronto en América Latina. Va a ser una de sus visitas importantes.

¿En algún momento pensó realmente que podía haber surgido un papa latinoamericano en este cónclave?

Sí. El papa sorpresa podía haber sido brasileño. De otro país no lo veía, sinceramente.