Nuestro Santo Padre es muy bondadoso mundo@laprensa.com.sv El cardenal hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga, considerado uno de los favoritos para suceder a Juan Pablo II, considera que Benedicto XVI, a quien conoce desde 1981, ha sido una buena elección y que está consciente de los problemas de pobreza en América Latina. |
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Reflejando el cansancio acumulado tras dos semanas de recogimiento en el Vaticano, pero notablemente alegre por la elección de un nuevo Papa, el cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga atendió el pasado miércoles por más de una hora a la prensa nacional y extranjera. Durante la entrevista, Rodríguez Maradiaga habló sobre el pontificado que está por comenzar, de su participación en el cónclave, su futuro inmediato, su petición al Papa y los solemnes funerales de Juan Pablo II. A continuación un extracto de la entrevista publicada por el periódico hondureño El Heraldo ¿Cómo manejó la carga que representó ser mencionado por la prensa internacional como uno de los candidatos a suceder a Juan Pablo II? En primer lugar no estuve leyendo mucho de lo que dicen de mí (sonríe); y después, poniéndome en las manos del Señor, yo sé que si es por algo bueno, bendito sea Dios (...). Más bien es un poquito incómodo porque a mí no me gusta mucho la notoriedad, me gusta mejor estar tranquilo; pero bueno, es el precio que hay que pagar y no ha sido demasiada carga, yo siempre dije: es el Señor quien escoge y, por consiguiente, nos sentimos muy contentos. Su voz en favor de los pobres ha sido firme, ¿cree que el nuevo Papa lo acompañará en esa lucha en Latinoamérica? Estoy convencido y él está muy claro en eso, él sabe lo que significa la situación de pobreza en nuestros países y creo que nos va a visitar en el continente americano, todavía no sabemos la fecha. Los cambios de autoridades siempre traen incertidumbre y la gente tiende a comparar al nuevo con lo que hacía el anterior. ¿Cómo podemos esperar este papado? Esta es una situación inédita y no podemos comparar, no vamos a encontrar a otro Juan Pablo II, quien fue un gigante. Sin embargo, cada papa tiene una misión y trata de cumplir su vocación; Benedicto XVI la tiene y lo va a hacer excelentemente. ¿Cuál será la misión de Benedicto XVI? Él trató de definirla así: la reconciliación y la paz, y me parece muy importante. Yo conocí a nuestro nuevo Papa en 1981 y me impresionó su humildad. Nuestro Santo Padre es muy bondadoso; ni aún en discusiones, porque las hemos tenido, jamás levanta la voz, es una voz suave, fraterna, por eso me extraña que algunos en Alemania lo llamen el panzer alemán, calificándolo como tanque de guerra; no es cierto. A veces los medios deforman la personalidad de alguien cuando no lo conocen. Él va a tener mucha aceptación porque es un hombre de bien. ¿Cuál será su primera petición al Santo Padre? Lo que yo deseo manifestarle al Santo Padre es la necesidad que tenemos porque se siga luchando por la justicia social, el alivio de la pobreza, y que se pueda trabajar en estos días con esa crisis del petróleo que es mundial, pero que en nuestros países la vivimos en proporciones exageradas; están acabando con nuestras economías. Ya que se está hablando tanto de globalización, busquemos una solución globalizada. Es difícil llenar el vacío dejado por Juan Pablo II por el cariño que se ganó en 26 años. ¿La tiene difícil el nuevo Papa? Si lo planteamos como reemplazar a Juan Pablo II será difícil, porque las personas somos irremplazables. Lo que él va a tratar de hacer es cumplir con la misión que Dios le encomendó conforme a sus carismas, a sus dones y a su conciencia. |