EFE/LA PRENSA GOBIERNO. El papa Benedicto XVI, quien firma documentos en su oficina del Vaticano, definió los cargos del gobierno de la Santa Sede.


Papa Benedicto XVI mantiene a su equipo de confianza

José Luis Sanz
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El cardenal italiano Ángelo Sodano continuará como secretario de Estado del Vaticano, un cargo que deviene en la mano derecha del pontífice. Solo la Congregación para la Doctrina de la Fe, que ocupaba Joseph Ratzinger hasta su elección, esta aún vacante.

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Si se esperaba continuidad, Joseph Ratzinger no ha defraudado. Mientras se ultiman los preparativos para su coronación el domingo, Benedicto XVI tomó ayer sus primeras decisiones de trascendencia y confirmó al cardenal italiano Ángelo Sodano como secretario de Estado del Vaticano, un cargo que en la práctica deviene en la mano derecha del pontífice para asuntos políticos y de relación con otras instancias, aunque su mayor trascendencia es la gestión habitual de todo aquello relacionado con la administración de la estructura de la Iglesia.

Al mismo tiempo, como hizo público ayer la Santa Sede, el Papa ratificó en sus cargos, de los que habían causado baja inmediata tras la muerte de Wojtyla, puesto que así lo establece la Constitución Apostólica, a los jefes de todos los diferentes dicasterios (ver recuadro) de la curia romana y al presidente de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano, el cardenal Edmund Casimir Szoka, arzobispo emérito de Detroit.

Estos últimos nombramientos, que incluyen prácticamente la totalidad de los puestos de dirección administrativa y religiosa de la Iglesia, fueron hechos sin embargo “donec aliter provideatur”, es decir “hasta nuevo aviso”, lo que da a entender que el nuevo Papa católico pretende emprender a medio plazo una profunda reconversión de la estructura de la curia.

Solo la Congregación para la Doctrina de la Fe, que ocupaba Joseph Ratzinger, esta aún vacante. En los medios italianos se especula con la posibilidad de que el arzobispo de Viena, Christoph Schonborn, o el italiano Bruno Forte, ambos teólogos y fuertes apoyos del ahora Papa durante el cónclave, estén siendo considerados para el cargo.

Llegan los alemanes

La plaza de San Pedro ya aparece cubierta por un manto de miles de sillas grises dispuestas para la misa solemne del domingo. Mientras, en los próximos días, Benedicto XVI tendrá una apretada agenda que incluye un encuentro hoy con todos los cardenales presentes en Roma (muchos han salido de la ciudad estos días en busca de aislamiento y regresarán para la ceremonia) y una audiencia con todos los periodistas acreditados el sábado a las 11:00 de la mañana.

El lunes, ya coronado, tiene previsto visitar por la tarde el sepulcro del apóstol Pablo, en la basílica del mismo nombre en Roma. Unas horas antes, por la mañana, según informó ayer el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls, Ratzinger recibirá en el aula Pablo VI a los peregrinos alemanes que se encuentren en Roma con motivo de la misa de inicio del pontificado.

En los últimos días, los periodistas con más años trabajando en el Vaticano bromeaban con la idea del cambio de la nacionalidad del Papa y aseguraban que en los últimos años había sido constante el paso de polacos por la administración vaticana y por los actos públicos de Juan Pablo II. “Ahora vienen los alemanes”, aseguraban.


Sodano, el segundo al mando

Callado y discreto, cosmopolita y leal, Angelo Sodano, de 78 años, es el viejo y el nuevo “primer ministro” del Vaticano, el secretario de Estado. El Papa lo confirmó ayer en el cargo.

Con Benedicto XVI, Sodano sigue siendo el hombre más poderoso del Estado Vaticano después del Papa. Es un símbolo de continuidad, ya que con Juan Pablo II Sodano ya desempeñaba el cargo y era el colaborador más estrecho del pontífice.

Sodano es un veterano diplomático de la curia, de voz poderosa y estatura imponente.

El cardenal italiano se ganó la fama de experto en Latinoamérica tras su paso por Ecuador, Uruguay y Chile, adonde llegó cuatro años después del golpe de Estado del general Augusto Pinochet.

Permaneció 10 años en ese país suramericano, donde todavía es recordado por su afán de no enemistarse con Pinochet, de quien se considera amigo personal, y por sus desacuerdos con los obispos chilenos.

Apoyó no obstante “la vicaría por la solidaridad” de la diócesis de Santiago que ayudaba a las víctimas de la represión. Posteriormente, preparó el viaje papal a Chile de 1987 del que ha quedado grabada sobre todo una imagen: Juan Pablo II asomado al Palacio de la Moneda con Pinochet, lo que fue interpretado por algunos como una aprobación indirecta de su gestión.

Sodano nació el 23 de noviembre de 1927 en la localidad piamontesa de Asti, fue ordenado sacerdote en 1950, nombrado arzobispo en 1977 y cardenal en 1991.

Teólogo de formación, comenzó su carrera de diplomático al servicio de la Santa Sede en 1959 y recorrió el mundo en diferentes nunciaturas. A fines de 1990, Sodano ascendió a la cúpula del Vaticano.


Pontífice visita su antigua residencia

Ayer, Benedicto XVI abandonó el reducido perímetro del Vaticano y visitó su antigua residencia, donde permaneció tres horas.

El papa Benedicto XVI regresó entre aplausos de los fieles al Vaticano tras su segunda incursión ayer por la tarde fuera del recinto del Vaticano para visitar durante tres horas el apartamento del palacio donde vivió los últimos 24 años.

Como ocurrió el miércoles, cuando recibió por primera vez el cariño de los fieles, el nuevo Papa alemán fue saludado con ovaciones y vítores por el millar de personas que lo esperaron pacientemente en la plaza Citta Leonina de Roma y a lo largo del recorrido hasta la Santa Sede.

El pontífice, elegido el martes, saludó sonriente a las personas que aguardaron el paso de su cortejo en este breve trayecto que había hecho tres horas antes en dirección contraria y del que fueron testigos solo un pequeño grupo de fieles y periodistas. El Papa hizo el pequeño trayecto a su anterior residencia en el automóvil papal, matrícula SCV-1, que salió desde la puerta de Santa Ana, a la izquierda de la basílica.

Joseph Ratzinger vivió hasta ahora en un edificio de cuatro plantas, propiedad del Vaticano, donde tenía como vecinos a otros cardenales, entre ellos Pio Laghi y Darío Castrillón Hoyos.

Esta era la segunda vez que Benedicto XVI abandonaba el perímetro de la basílica de San Pedro, el Palacio Apostólico y la Casa Santa Marta, donde permanecerá por el momento, ya que a pesar que tomó posesión del apartamento papal, todavía le están haciendo trabajos de pintura y reestructuración de las habitaciones.